Hanna.
— Abre los ojos hermana, te necesitamos.— comienzo a escuchar voces distorsionadas.
— Por lo que más quieras despierta.—
Ya no escucho nada más abro los ojos y me encuentro en medio de un campo con muchas flores hermosas, cabe recalcar que es de noche pero miles de luciérnagas iluminan el lugar.
Camino un par de metros mientras toco las flores e intento capturar una luciérnaga.
— Es hermoso, ¿No lo crees?.— esa voz que pensé que jamás volvería a escuchar me habla, volteo hacia atrás y me topo con esa hermosa mujer de cabello lacio.
— Gaby, yo...— no me deja terminar, me pone su dedo índice en mis labios.
— Déjame disfrutar éstos últimos momentos contigo.— me dice y me abraza.
— Nunca quise hacerlo, todas las noches me culpo por ello.— le comienzo a decir y aprieta más el abrazo.
— Lo sé amor, quiero que sepas que no te culpo, hiciste lo que tenías que hacer y si yo hubiera estado en tu lugar, también lo habría hecho.— siento como sus manos se pasean por toda mi espalda.
— No sabes lo mucho que te extraño mi amor, me haces tanta falta.— le digo al borde del llanto.
— Lo sé cariño, pero no será para siempre, deberías seguir con tu vida, déjame ir mi amor, te amo y lo sabes, a pesar de todo no te culpo por mi muerte. Sigue tu camino, enamórate porque te lo mereces.—
— Te prometo que haré lo que pueda.—
— Poco a poco, paso a paso. Ahora hazme un favor y despierta, hay personas que te necesitan.— deja un último beso en mis labios, puedo sentir nuevamente su calor y me da una inmensa paz.
Todo se vuelve blanco y puedo observar dos siluetas cerca de mi, mis ojos se adaptan a la luz poco a poco y las dos siluetas que me acompañan comienzan a tomar forma.
— ¿Yelena? ¿Kate? ¿Dónde estoy?.— mis ojos ya se adaptaron a la luz pero no reconozco el lugar dónde estoy.
— Tranquila Hanna, no hagas esfuerzos, acabas de salir de una operación.— me dice Kate e intento tranquilizarme.
— Estás en el hospital Hanna, tranquila, ¿recuerdas algo de lo qué pasó.— me pregunta Yel y comienzo a recordar al estúpido de Bertram.
— Mi cita fué horrible.—
— ¿Otra cosa que recuerdes? ¿Quién te hizo esto?.—
— A éso me refería, mi cita intentó matarme, buscaba venganza.—
— ¿Venganza de qué?.— pregunta Yel y una lágrima escapa de mis ojos.
— Gaby era como una hermana para él. No pude hacer nada, me tomó por sorpresa.— comienzo a llorar y Kate acaricia mi cabeza y limpia mis lágrimas.
Nos quedamos en silencio un par de minutos hasta que decido romper el silencio.
— Peter me trajo aquí, ¿Está él aquí en el hospital?.— pregunto y Kate asiente.
— Le diremos que pase, estaremos afuera por si necesitas algo.—
— Vayanse a descansar, voy a estar bien lo prometo.— les digo y me miran.
— ¿Estás segura? Podemos quedarnos.— me dice Kate.
— Estoy completamente segura, vayan a descansar mis señoritas.— me dan un abrazo las dos.
— Iré a avisar a la empresa tu ausencia, Jack lo entenderá.— me dice Kate y sale de la habitación junto a Yelena.
Me quedo por el momento sola, y recuerdo cada palabra que Gaby me dijo, tal vez tenga razón y debo seguir adelante. Viene a mi mente la imagen de Peter, ya quiero verlo, quiero agradecerle en persona por haberme salvado.

ESTÁS LEYENDO
Siempre serás tú
Roman d'amourDespués de saber la verdad Yelena Belova se encuentra destrozada, se encuentra sóla y sin rumbo, sin embargo no ha podido sacar de su mente a ésa arquera de nombre Kate Bishop ¿Por qué? aún no lo sabe pero quiere descubrirlo. Kate Bishop toma un peq...