31.

602 52 8
                                        

Yelena.

— ¡Cálmate! Parece que no la has visto en años.— me dice Hanna pues observa que no dejo de moverme y es que la verdad estoy nerviosa.

— Si te soy sincera me aterra, ella se metió así de pronto en mi vida y ahora no puedo estar mucho tiempo sin su compañía, no me quiero volver dependiente de ella.— me sincero con ella y me da un apretón en el hombro.

— Bueno éso va a cambiar cuando ella se vaya al complejo de los vengadores.— siento una pizca de molestia en mi interior.

— No ayudas mucho que digamos ¡eh!.— le digo haciendo notar mi molestia.

— Deberías considerarlo, serían una pareja imparable, no puedes negar que ambas se cuidarían el trasero mutuamente, bueno, más tú qué ella pero el punto es ése, además imagínate que sólo así podrías estar mucho tiempo con ella.—

Sus palabras dan vueltas por mi cabeza.

— Quizá tengas razón.— me limito a decir y vuelvo mi concentración a las personas que vienen entrando.

Puedo notar a lo lejos a una bellísima mujer, alta delgada con un hermoso cuerpo y de cabellera negra caminar justamente a mi dirección, va distraída en su celular y no nota mi presencia, está a unos cuantos metros y me paralizo al verla a los ojos, de verdad que tiene los ojos más hermosos y hechizantes que jamás haya visto en mi vida.

Y así nos quedamos por un lapso de tiempo que ni yo sé, por un momento todo desaparece, Hanna y las demás personas a nuestro alrededor, únicamente somos Kate Bishop y yo, una arquera y una viuda negra.

Tomo la iniciativa y me acerco a ella, mis manos tocan delicadamente su rostro mientras ella disfruta del tacto y cierra sus ojos, cuando dejo de tocarla me toma ambas manos y besa mis nudillos, siento una electricidad recorrer mi cuerpo a la vez que siento un calor intenso en mis mejillas.

— Te extrañé mucho. — básicamente es lo único que puedo decir, me limito a abrazarla, su perfume hace que me sienta cómoda entre sus brazos. Entierro más mi cabeza en su cuello e inhalo su rico olor a Viva La Juicy juro que no es mentira cuando digo que podría quedarme así todo un día entero con ella.

— Yo también te extrañé amor.— se acerca y me besa, acto seguido toma mi mano y es suficiente para traerme de vuelta a la realidad, toda la gente vuelve a aparecer a mi alrededor y ella está aquí, mirándome con una radiante sonrisa que hace preguntarme, ¿Qué de bueno habré hecho en ésta vida o en otra para merecer ésto?

¿O acaso el karma me está pagando por todo lo que he sufrido a lo largo de mi vida? No lo sé simplemente disfrutaré del momento.

— ¿Está todo bien amor?.— me pregunta.

— Ahora estoy mucho mejor, vamos a casa.—

— Por supuesto, vamos.— se aparta de mí para saludar y abrazar a Hanna.

Durante el viaje nos contó cómo le había ido en casa de Clint, no quise preguntar lo obvio pues trae cinta en todo su rostro.

Nos contó cómo venció a Clint en cuatro ocasiones y nos contó cómo es que su rostro tenía más cortadas, sinceramente podría hablar de lo que sea y yo pondría atención en todo, es genial verla emocionada cuando me cuenta algo nunca deja de sonreír y su sonrisa es muy bonita.

Bajamos del auto de Hanna y entramos al penthouse.

— Preparé algo de comer.— se ofrece Hanna y se retira a la cocina.

— Yelena, necesito aclarar las cosas contigo ¿okey?.— me dice en tono serio.

— No es necesario Kate Bishop...—

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora