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Kate.

Llego a la sala de entrenamiento y él como lo prometió ya está ahí esperando.

— ¡Lo sabía!, ¡Kate Bishop nunca falla!.— Luis hace un bailecito de alegría.

— Deberíamos empezar a calentar.— sugiero y comenzamos a estirar los músculos para posteriormente trotar.

— Hace tiempo que no entreno contigo Kate, tengo ganas de que me rompas la madre con ésa nueva agilidad que tienes, vamos, empecemos.— chocamos los puños y comenzamos el primer round.

— ¿Qué onda con Ximena?.— pregunto para distraerlo pero no funciona, no baja la guardia.

— ¿A qué te refieres? ¿Qué onda de qué o quién?.— me ataca y contraataco derribando.

— Sí, está muy enamorada de tí desde que la liberamos hace meses.— intento atacar pero esquiva e intenta un contraataque que esquivo.

— Ah éso ya lo sabía, de hecho se me hizo raro que Yelena no te contara que cuando tuvimos la junta hace meses ellas dos pelearon, Cassie terminó algo golpeada y Ximena no tanto, y después de éso perdí rastro de Ximena sólo sabía que estaba aquí en Wakanda y cuando era su semana de descanso evitamos cruzar nuestros caminos.— me cuenta, me perdí de mucho en ésos meses.

Soy sorprendida por un golpe en la mandíbula que me hace retroceder.

— ¡Vamos!. No te distraigas Kate.—

— ¡Auch!. ¡Éso me dolió!.— me quejo.

— ¿Éso le dirás a nuestras futuras amenazas?.— se burla un poco.

— Estás viendo que estoy deprimida y todavía te burlas de mí.— le digo casi al borde de las lágrimas.

— Kate lo siento, perdón ven aquí.— me abraza y aprovecho para derribarlo y hacerle un candado al cuello haciendo que se rinda.

Lo sé, soy muy buena actriz, tal vez en otro universo sea una reconocida actriz.

— Carajo, ¿Éso qué fué?.— pregunta mientras toma aire y se recupera.

— Ven aquí Luis, ¿Quién te quiere?.— lo abrazo y lo ayudo a levantarse.

— Tú.— me corresponde el abrazo.
— Bueno, demasiado afecto por hoy, sigamos...— las alarmas se encienden y el personal en el palacio comienza a movilizarse.

Salimos de la sala para tener respuestas.

— ¿Qué sucede?.— detengo a uno de los trabajadores del palacio.

— Estamos bajo ataque señorita Bishop, le recomiendo alistarse para lo que pueda suceder.— el trabajador se va nuevamente y me quedo en shock.

Miro a Luis quién está en la misma situación.

— Debemos irnos.— me dice finalmente y me toma de la mano, intenta llevarme pero me resisto.

— No, no, no, no sé hacerlo sin ella no lo sé, no, Yelena.— no sé en qué momento llegué a una crisis nerviosa.

— Kate.— alguien me llama pero tengo cabeza para recordar quién es. — ¡Kate! Vamos amiga tenemos trabajo que hacer,  apóyame con ésto. — levanto la mirada de a poco y ésos ojos café me traen de regreso a la tierra, miro a Luis quién también se ve un poco asustado por la situación. — Vamos Kate Bishop, es hora de ser héroes, lo harás bien, eres ¡Hawkeye!.—

Me extiende la mano y la tomo con gusto y ahora sí corremos, en el camino encontramos a Cassie con mi hija en brazos y Meli siendo cargada por América.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora