Kate.
La semana se me pasó demasiado rápido, es sábado por la mañana, muy temprano son como las cinco y lo mejor es que nadie trabaja así que tendré una salida de fin de semana con mi novia y mi nueva amiga Hanna, me tomó mucho tiempo convencerlas de venir pero aquí estamos, subiendo las maletas al auto que renté para ésta ocasión.
— Date prisa Yel, todavía tenemos que pasar por Hanna.— le digo y sale del penthouse con su última maleta.
— No te enojes mi amor, te van a salir arrugas.— reímos ante tal comentario y sube su maleta. — Ya dime a dónde iremos Kate Bishop, no me hagas sacarte información a la mala.— intenta sonar amenazante pero no lo logra pues se le escapa la risa.
— ¿Intentas amenazarme amor?.— pregunto haciéndome la ofendida.
— Es que tú no me quieres decir a dónde me llevas.— me dice y subimos al auto y ponemos marcha.
— Quiero que sea sorpresa, para tí y para Hanna.—
— Está bien amor mío.—
— Cool, entonces pon algo de música.— le digo y le entrego mi celular y lo desbloquea con su huella porque sí, ella me gobierna y tiene el control sobre mí.
— Oooh sí, adoro a imagine dragons.— me dice y comenzamos a cantar Symphony al mismo tiempo, parece que estamos sincronizadas.
En poco tiempo llegamos al edificio dónde vive Hanna.
— Déjame ir por ella.— le digo y bajo del auto y me adentro al edificio.
Después de registrar mi visita subo a su piso y me dirijo a su departamento, toco su puerta y sale, lleva puesta ropa cómoda y ya tiene lista su maleta.
— Gracias por la invitación Kate.— me dice y nos damos un abrazo.
— Ni lo menciones, eres parte importante de mi vida, y además necesitas distraerte un rato.—
— Aww Kate, es lo más tierno que me han dicho.— me dice y sonríe como niña pequeña, no puedo evitar sonreír ante su comportamiento.
— Es hora de irnos Hanna.— le digo y me sonríe, bajamos por el ascensor y llegamos al auto donde Yelena nos espera.
— Hasta que llegan, estaba a punto de irme.— Hanna sube su maleta y sube al auto.
— No te voy a bajar a tu novia Yelena, puedes estar tranquila.— le dice Hanna provocando una carcajada por parte de mi novia.
Subo de lado del conductor y doy una última revisión al tablero para saber si está en perfecto estado el vehículo.
— Listo señoritas, ¡vámonos!.— hablo muy emocionada pues sé que les encantará la sorpresa, no les he dicho nada pero renté unas cabañas muy lindas y ahí pasaremos un fin de semana relajante.
Llevo conduciendo por tres horas y ya estamos por llegar al lugar.
— ¡Llegamos!.— aviso muy emocionada al llegar y las despierto a ambas.
— Por Dios Kate Bishop, éste lugar es hermoso.— la primera en hablar es Hanna.
— Mil veces Wow, amor está increíble el lugar.— ahora habla Yelena.
— Y es todo para nosotras éste fin de semana, sabía que les iba a encantar, ahora vamos y dejemos las maletas dentro, tenemos que hacer un recorrido por el lugar, es perfecta la naturaleza.—
Les digo con una sonrisa en mi rostro y nos adentramos a la cabaña.— Es realmente hermosa, ¿es tuya?.— me pregunta Hanna maravillada.
— Para mi mala fortuna, no, le pertenece al papá de una amiga de la universidad, le pedí que me rentara su cabaña por el fin de semana y aceptó, él y su familia están de viaje por Europa así que no hubo problema.—
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Siempre serás tú
RomansaDespués de saber la verdad Yelena Belova se encuentra destrozada, se encuentra sóla y sin rumbo, sin embargo no ha podido sacar de su mente a ésa arquera de nombre Kate Bishop ¿Por qué? aún no lo sabe pero quiere descubrirlo. Kate Bishop toma un peq...