25.

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Kate.

La semana se me pasó demasiado rápido, es sábado por la mañana, muy temprano son como las cinco y lo mejor es que nadie trabaja así que tendré una salida de fin de semana con mi novia y mi nueva amiga Hanna, me tomó mucho tiempo convencerlas de venir pero aquí estamos, subiendo las maletas al auto que renté para ésta ocasión.

— Date prisa Yel, todavía tenemos que pasar por Hanna.— le digo y sale del penthouse con su última maleta.

— No te enojes mi amor, te van a salir arrugas.— reímos ante tal comentario y sube su maleta. — Ya dime a dónde iremos Kate Bishop, no me hagas sacarte información a la mala.— intenta sonar amenazante pero no lo logra pues se le escapa la risa.

— ¿Intentas amenazarme amor?.— pregunto haciéndome la ofendida.

— Es que tú no me quieres decir a dónde me llevas.— me dice y subimos al auto y ponemos marcha.

— Quiero que sea sorpresa, para tí y para Hanna.—

— Está bien amor mío.—

— Cool, entonces pon algo de música.— le digo y le entrego mi celular y lo desbloquea con su huella porque sí, ella me gobierna y tiene el control sobre mí.

— Oooh sí, adoro a imagine dragons.— me dice y comenzamos a cantar Symphony al mismo tiempo, parece que estamos sincronizadas.

En poco tiempo llegamos al edificio dónde vive Hanna.

— Déjame ir por ella.— le digo y bajo del auto y me adentro al edificio.

Después de registrar mi visita subo a su piso y me dirijo a su departamento, toco su puerta y sale, lleva puesta ropa cómoda y ya tiene lista su maleta.

— Gracias por la invitación Kate.— me dice y nos damos un abrazo.

— Ni lo menciones, eres parte importante de mi vida, y además necesitas distraerte un rato.—

— Aww Kate, es lo más tierno que me han dicho.— me dice y sonríe como niña pequeña, no puedo evitar sonreír ante su comportamiento.

— Es hora de irnos Hanna.— le digo y me sonríe, bajamos por el ascensor y llegamos al auto donde Yelena nos espera.

— Hasta que llegan, estaba a punto de irme.— Hanna sube su maleta y sube al auto.

— No te voy a bajar a tu novia Yelena, puedes estar tranquila.— le dice Hanna provocando una carcajada por parte de mi novia.

Subo de lado del conductor y doy una última revisión al tablero para saber si está en perfecto estado el vehículo.

— Listo señoritas, ¡vámonos!.— hablo muy emocionada pues sé que les encantará la sorpresa, no les he dicho nada pero renté unas cabañas muy lindas y ahí pasaremos un fin de semana relajante.

Llevo conduciendo por tres horas y ya estamos por llegar al lugar.

— ¡Llegamos!.— aviso muy emocionada al llegar y las despierto a ambas.

— Por Dios Kate Bishop, éste lugar es hermoso.— la primera en hablar es Hanna.

— Mil veces Wow, amor está increíble el lugar.— ahora habla Yelena.

— Y es todo para nosotras éste fin de semana, sabía que les iba a encantar, ahora vamos y dejemos las maletas dentro, tenemos que hacer un recorrido por el lugar, es perfecta la naturaleza.—
Les digo con una sonrisa en mi rostro y nos adentramos a la cabaña.

— Es realmente hermosa, ¿es tuya?.— me pregunta Hanna maravillada.

— Para mi mala fortuna, no, le pertenece al papá de una amiga de la universidad, le pedí que me rentara su cabaña por el fin de semana y aceptó, él y su familia están de viaje por Europa así que no hubo problema.—

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