89.

178 15 5
                                    

Yelena.

Me levanto de la cama con cuidado de no despertar a Kate me acerco a la cuna de Nat y la miro dormir, el sólo pensar que por fin Kate y yo somos madres nos hace felices.

Mi celular vibra. Recibo una llamada de un número privado, decido no comtestar y enfocarme en seguir admirando a mi hija pero vuelven a llamar, ahora sí decido contestar pero salgo de la habitación.

— ¿Quién habla?.— casi al instante sé de quién se trata.

Querida Yelena, lamento la interrupción pero debo verte con urgencia, quiero que vayas a la cafetería qué está dos cuadras abajo de la casa de tu mejor amigo.—

— ¡No es Cierto! ¿Es una puta broma?.—

Lo siento querida, sabes que yo no bromeo, y mucho menos mis francotiradores, mira que lindos se ven Luis y Cassie durmiendo juntos, sería una pena que la pequeña Melissa se quede sin padres antes de los quince años.—

Aleja a tus putos francotiradores de ésta casa o te juro que...— no puedo terminar mi advertencia porque me interrumpe.

Escúchame bien niña, vas a verme en la cafetería qué te mencioné o voy a matar a todos en ésta casa.—  Ésa maldita siempre obtiene lo que quiere.

— ¿A qué hora te veo?.— me resigno, pretendo acabar con ésto de una vez por todas.

Tienes cinco minutos.—  cuelga el teléfono y salgo de la casa cuidando no despertar a nadie.

En cuestión de un par de minutos llego a la cafetería y observo ésa horrible cabellera negra con mechones morados.

— ¿Sigues usando ése feo look?.— la fastidio tomando asiento frente a ella.

— ¿Enserio te vas a casar con la arquera? Por Dios Yelena, Walker estaba dispuesto a todo por tí.—

— Walker está casado y además, no me gustan los hombres.—

— Éso ya lo noté cariño...—

— Un momento, ¿Cómo sabes que me voy a casar con Bishop?.— pregunto pues antes de venir aquí guardé mi anillo en su cajita pues no quería perderlo si algo llegaba a pasar.

— Los seguí hasta aquí, créeme fué una bonita manera de pedir matrimonio, me hubiera gustado arreglar las cosas con Everett y que me propusiera matrimonio otra vez, desgraciadamente ahora está prófugo y tiene demandas de traición a los Estados Unidos.—

— Que mal por tí Valentina.— ya harta de su maldito juego me levanto de mi asiento y la confronto.

— ¿Qué mierda quieres?.— una sonrisa se dibuja en su rostro.

— Quiero información. Hace una semana envié a un grupo de élite, miembros de la Delta force y los navy seals, a averiguar un punto vulnerable para entrar a Wakanda, extrañamente, TODOS murieron, Loque quiero es que investigues que causó la muerte de mis hombres.—

— ¿Y si no lo hago?.— la confronto.

— Ya retiré a mis hombres de la casa de tu amigo, odiaria tener que llamarlos a que terminen su trabajo, o en el peor de los casos odiaria tener que enviar a mis nuevos súper soldados a matar todos los que amas.—

Siento una lágrima resbalar por mi mejilla.

— Está bien Valentina, pero te advierto que si tus hombres le hacen algo a MIS AMIGOS, se acabó, yo misma te mataré. ¿Quedó claro?.— asiente y me largo de ése sitio, no puedo creer que ésto esté pasando ahora, justo ahora que soy inmensamente feliz.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora