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La viuda decide acabar rápidamente con la vida de la arquera por lo que alza un brazo para simular un martillo sólo que la navaja le es arrebatada de las manos.

— ¡KATE!.— grita la rubia desenfundando su arma y antes de poder efectuar el primer disparo su arma también le es arrebatada.

La pelinegra mira consternada a todos lados encontrando a la viuda encima de ella, en un movimiento rápido la arroja y se aleja de ella acercándose a Yelena quién la mira extrañada.

— ¿Qué demonios fué éso?— pregunta la rubia sin entender que es lo que pasa.

— No lo sé, pero no necesito armas para matarlas a ambas.— cuando intenta golpear a la arquera es detenida por una sustancia pegajosa.

— Señoritas deben resolver sus problemas sin violencia.— se escucha una voz masculina y Yelena activa sus mordeduras pero su brazo se une a su pierna.

— ¡Tú eres spiderman!.— habla sorprendida la arquera.

— Sí, Hola buenas noches.— responde amable el chico.

— ¡Quítame ésta cosa maldito!.— gruñe la viuda de pelo verde.

— Creo que son un poco hostiles, la telaraña se desintegrará en un par de horas ¡Nos vemos!.— la araña se marcha dejando a Kate, Yelena y a la asesina en medio de ése callejón.

Kate logra quitar la telaraña de la mano de Yelena, ésta se acerca a la viuda que lucha por quitarse la telaraña de encima, la rubia aprovecha para rocíar el antídoto en la cara de la viuda.

Para Yelena siempre es duro ver despertar a las viudas y ésta no es la excepción, la viuda se tapa la cara mientras solloza y grita a todo pulmón "No me toques" "Déjame por favor" Kate mira la escena y siente un miedo indescriptible, siente pena por aquella mujer y se acerca lentamente.

— Estás a salvo, nadie va a hacerte daño escúchame, todo estará bien ahora.— las palabras de la arquera devuelven a la viuda a la vida real.

— ¿Todo acabó?.— pregunta sollozando.

— Así es, todo acabó, dime, recuerdas algo, ¿Sabes quién las contrató?.— pregunta la arquera con amabilidad.

— Si te soy sincera, no sé quién nos contrató, sólo sabíamos que teníamos como objetivo eliminar a Yelena Belova y nos dijeron que si alguien quería intervenir o intentaba ayudar a nuestro objetivo, tenía que ser eliminado.— les cuenta la viuda mientras está se toma la cabeza, siente que en cualquier momento le va a explotar.

— Noelia, ¿cierto?.— la nombra la rubia y ella sólo asiente agachando la mirada.

— Hace años que nadie me llama así, siempre fuí otras personas, se siente extraño pero bien, por cierto ¿Dónde están mis compañeras?.— pregunta fruncido el ceño.

— Ah, en el edificio dónde estaba, vamos de una vez con ellas.—

Las tres chicas toman camino al edificio de enfrente del hotel, tienen una charla breve con las viudas y éstas deciden mantener un perfil bajo e iniciar una nueva vida mientras que la arquera y la rubia deciden por irse al departamento para descansar un poco.

— Muchas gracias.— Kate le dedica una sonrisa al chófer del taxi que las trajo a casa e ingresan al departamento.

Kate.

Observo a Yelena mientras se comienza a quitar la playera que trae y puedo notar ciertos moretones y cicatrices en su espalda, me llama la atención que voltea y puedo notar una herida en su abdomen.

— ¡Por Dios Yelena! No te muevas.— la escucho decir un "No es nada Kate Bishop pero no le hago caso y voy por algo para limpiar su herida.

— No Bishop, tranquila, ya se me va a pasar.— me dice tratando de sonar intimidante pero por el dolor que tiene no lo consigue.

— Yelena por favor, se te puede infectar y podrías morir.— le digo tratando de convencerla.

— Estoy pensando incluso dejarte fuera de mi vida, ¿Entiendes que ésa viuda pudo matarte? Iba a ser mi culpa.—

— Pero no me pasó nada, lo que deberías hacer es uno, dejarte que revise ésa herida y dos, dejar de culparte porque claramente no fué tu culpa, yo sé de los riesgos, y estuve de acuerdo ¿Okey?, Así que ve al sillón y quítate la playera.— mi letal y sexy viuda asiente, éso es Kate Bishop, la tienes dominada, me digo a mi misma y sonrío al notar que Yelena ya ha hecho lo qué le dije.

— ¿Sabes lo que haces Bishop?.— pregunta desconfiada.

— Claro Yelena, ahora necesito que te acuestes.— me obedece y me subo a horcajadas en sus muslos y comienzo a pasar algodón impregnado de alcohol por su herida, por más dura que ella sea no puede evitar sentir dolor por el contacto del líquido, intento calmar las sensaciones tocando su brazo y tomando su mano por cortos periodos de tiempo.

Sigo limpiando la herida y no se ve muy profunda, tal vez necesite un par de puntos lo cuál agradezco sea así, también agradezco no sea una herida de bala sería mucho peor.

— Ya casi término Yelena.— le dedico una sonrisa y ella la corresponde un poco cansada.

Al final sólo necesitó tres puntos y una gasa antes de colocar la gasa me tomo el atrevimiento de besar su herida, me levanto y me mira extrañada.

— ¿Por qué hiciste éso Bishop? Fué muy raro.— me pregunta y sólo me encojo de hombros.

— Deberías ir a descansar, puedes usar mi habitación, te llevo.—

La ayudo a levantarse y coloca un brazo por mi cuello y yo tomo su cintura con mucho cuidado de no hacer un movimiento brusco.

Subimos las escaleras y entramos a mi habitación.

— Wow, éste nuevo diseño me gusta Kate Bishop, se lucieron con la decoración.— me dice y sonrío.

— Gracias Yelena, ¿Sabes? Tengo un buen sentido de la moda.— ella rueda los ojos y sonrío ante tal acción.

— ¿Dormirás conmigo Bishop?.— pregunta y siento mis mejillas arder y mi nerviosismo entrar a mi cuerpo.

— Yo esté... No sé... Es qué, pensé que querías no sé, ¿Privacidad?, No estoy diciendo que no quiera, ósea si quiero dormir contigo, pero deberíamos tener cuidado con tu herida no vaya a ser que se abra y tengamos un problema.— intento sonar convincente.

— ¿Entonces no?.— frunce el ceño al preguntarme cómo rogando que cambié de opinión.

La guío a la cama y la cobijo bajo su mirada extrañada, rodeo la cama y me subo metiéndome en las cobijas, las facciones de Yelena se relajan y me dedica una sonrisa, sin pensar le doy un beso en la mejilla. — Buenas noches Yelena.— le digo y me sonríe, su sonrisa es hermosa no cabe duda.

— Buenas noches Kate Bishop, descansa.—

Sus labios atrapan a los míos en un corto pero húmedo beso, se separa de mí y se acomoda para dormir, ésta vez no puede dormir de costado pero yo la abrazo por la cintura y coloco mi cabeza entre su cuello y así conciliamos el sueño.

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Nueva actualización wiiiiiiiii espero que les haya gustado éste capítulo, ¿Yelena ya se habrá dado cuenta de lo mucho que disfruta la compañía de Kate? Lo que sí sabemos es que ambas se aman 😍
Buen día, recuerden tomar agua y comer a sus horas. Las quiero 😘

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