Yelena.
La luz del sol de cuela por la ventana de nuestra habitación lo que indica un nuevo día.
Me levanto con pesadez y miro a mi alrededor. No la encuentro por ningún lado. Decido bajar a la sala a ver si se encuentra ahí, y no, así que ahora me dirijo a la cocina dónde por fin la encuentro.
Preparando el desayuno de las niñas y el nuestro.
— Buenos días cariño.— me sonríe y me derrito. No pierdo el tiempo.
Me lanzo a sus brazos mientras ella suelta una carcajada y me aprieta ligeramente.— Eres una bendición Kate Bishop, eres mi bendición.— le susurro contra su pecho.
— Tú eres mi sueño hecho realidad amor mío, pero por el momento quiero que todos nos apuremos a desayunar, tendré que ir a la oficina, Luis no tarda en llegar por Meli.—
— Me quedo con Nat, ¿Puedo?.— me adelanto.
— Claro amor, ven aquí.— me da un beso corto de unos cuantos segundos, segundos que yo sentí como horas, y nos separamos.
El timbre suena, ah sí, lo olvidé, le dí el día libre a Charles así que no hay quién abra la puerta y voy yo a abrir.
— ¡Yelena!.— Luis y Cassie se lanzan a mis brazos y los tengo a ambos dándome cariño.
— ¡Que gusto verte mejor Yelena!.— me dice Cassie con una sonrisa radiante en su rostro.
Mis amigos pasan y platicamos un poco.
— Luis, querido amigo, ¿Puedo pedirte un enorme favor?.— pregunta mi prometida.
— Claro que puedes querida amiga.— responde él pero algo en Cassie llama mi atención.
— ¿Podrían cuidar de Nat el próximo fin de semana?.—
— Por supuesto Kate.— acepta con una sonrisa.
Sigo con mis ojos puestos en Cassie, recorriendo de pies a cabeza.— Gracias amigo... ¡No puede ser!, ¡Por Dios! ¿se van a casar?.— ah era éso, ahora que presto más atención observo el hermoso anillo de compromiso de Cassie.
— Ay Kate era una sorpresa para ésta noche pero con tu ojo de halcón no se puede.— se queja el pelinegro.
— ¡Felicidades amigos!.— soy la primera en felicitarlos por su compromiso.
— Gracias Yel, aún así ésta noche iremos a cenar, tendremos una cita doble para festejar que Yelena está aquí nuevamente, y festejar nuestros compromisos con las personas que amamos.— nos dice Cassie y aceptamos.
— Sí bueno amigas, sé que tienen cosas que hacer pero nos vemos en la noche, ven aquí Yel.— Luis me abraza. — Sabía que lo lograrias, cuida mucho a tu familia.— me susurra y lo abrazo más fuerte.
Meli se va con sus papás y de paso dejan a Kate en la empresa mientras yo me quedo cuidando de mi hija. Sin duda es mi segunda oportunidad para enmendar mis errores y disfrutar el tiempo que tenga a mi familia.
Tres meses después.
Luis.
Llegó el día más esperado de muestras vidas, algo que llevamos meses planeando, hoy me voy a casar con la mujer que amo.
No puedo estar más feliz, aunque cabe recalcar que estoy muy nervioso, con Selene nunca me casé.
Selene, creo que ella estaría feliz al verme, sin duda alguna ella me escucho eligió personalmente a la mujer que fuera capaz de amarme así como amar a nuestra pequeña niña.

ESTÁS LEYENDO
Siempre serás tú
RomansaDespués de saber la verdad Yelena Belova se encuentra destrozada, se encuentra sóla y sin rumbo, sin embargo no ha podido sacar de su mente a ésa arquera de nombre Kate Bishop ¿Por qué? aún no lo sabe pero quiere descubrirlo. Kate Bishop toma un peq...