21.

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Kate.

Maldita sea, mi cabeza.— susurro mientras intento abrir los ojos pero me es imposible, tengo algo alrededor, un pañuelo creo.

— Que bueno que despiertas, estaba empezando a preocuparme.— escucho una voz masculina.

— Creo saber quién eres, ¿Qué quieres de mí?.— si no me equivoco éste es uno de los hombres que intentaron asesinarme la noche anterior en el club.

— Ay querida, que bueno que creas saber quién soy, y lo que quiero de tí es algo sencillo, quiero matarte.— lo dice de una manera tan fría que de verdad da miedo.

— Me encontrarán y lo sabes...—

— ¿Quién? ¿Yelena o Hanna?.– me interrumpe y siento que se acerca a mí y me quita el pañuelo de los ojos, mi visión se intenta adaptar a la luz de la habitación. – Ellas no vendrán, ellas ya están aquí.— me jala del cabello y dirige mi cabeza para que pudiera ver la escena, tanto Yel cómo Hanna están en la misma situación que yo, amarradas y con un pañuelo en los ojos.

— ¡Déjanos ir por favor!.— un miedo incontrolable comienza a invadirme.

— Ojalá fuera sencillo Kate Bishop.— dice mi nombre y mi cuerpo se tensa.

— Te pagaré el doble de lo que ellos te dieron.— le digo con un hilo de voz.

— ¿Quiénes? ¿Los deportistas? Ésto lo hicieron personal Kate Bishop, mataron a un grupo de mis mejores hombres ésto ya no se trata de ellos, es más, ellos ya ni existen.– saca una navaja y comienza a recorrer mi rostro con la punta. – Haré que mis viudas te lastimen un poco, y después yo vendré a matarte a tí y a tus amiguitas.—

Siento una punzada de dolor en mi pierna y cuando veo tengo enterrada su navaja, lloro y grito pero soy silenciada por un golpe, no me deja inconsciente y el dolor de mi pierna se hace más intenso.

Sale de la habitación y me arrastro como puedo hasta llegar con Yelena y Hanna y recargo mi cabeza en su pecho y lloro.

— No llores amor, me das espacio necesito...–  me quito de encima de ella y libera sus manos de las sogas que la amarraban. – Date vuelta amor.– me dice y obedezco. – Lista, ahora intenta libera a Hanna e intenta hacerla despertar.— me dice y se pone de pie para examinar la habitación en la que estamos.

Le quito a Hanna las sogas y la muevo por los hombros para hacerla reaccionar.

— Vamos Hanna, despierta.— empieza a quejarse y me manotea para que la suelte.

— Déjenme dormir por favor.—

— Hanna de verdad te necesito, no estamos seguras.— abre un ojo y mira alrededor y se levanta.

— Éste lugar es una mierda.—

— Lo sé pero debemos salir de aquí.— una voz masculina hace que las tres nos pongamos en alerta, Hanna y Yelena activan sus brazaletes cool.

— ¿Peter?.— pregunta Yelena.

— Hola, perdón si las asusté, fuí a ver a Kate a su departamento y todo estaba hecho un desastre, y encontré ésto.– me tiende mi arco y mis flechas. – En cuanto ví una laptop en el suelo me dió curiosidad pues tenía el logotipo de tu empresa, y te busqué, debo decir que tienes un gran software para rastreo, pero bien no perdamos más el tiempo.—

Las puertas de la habitación de abren y entran cinco mujeres.

— Hay una violación de perímetro.—

— Acaben con las demás, Kate Bishop es mía.— se escucha al hombre hablar por el radio.

— Ya escucharon.— se limita a decir y comienzan el ataque.

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