4.

1.1K 106 20
                                    

Kate.

Había olvidado por completo que mi depa aún no estaba terminado. Si Kate Bishop, ¿dónde vas a quedarte?, ya entregaste la casa. Me digo a mi misma pero en fin, no quiero molestar a Yelena más de lo que ya lo hice así que voy a rentar una habitación de hotel por el momento.

...

3 días después

- Señorita Bishop, fué un placer trabajar para usted.- me dice Javier sonriente cómo siempre.

- Gracias a tí y a tu equipo Javier, quedó realmente hermoso.- le digo al hombre mientras miro maravillada mi departamento, quedó cómo nuevo, la pintura en color lila y los muebles negros me encanta.

- Bueno, me despido señorita Bishop, feliz año nuevo.- se despide.

- Feliz año nuevo Javier.- agito la mano en forma de saludo y sale del departamento.

- Kate Bishop.- mencionan mi nombre y me pongo alerta y aviento lo primero que tengo a la mano hacia la persona. - ¡Hola!.- me saluda Yelena atrapando una pelota que le lancé, me recuerda a la primera vez que nos conocimos.

- ¡Yelena! ¡Que bueno verte!, ¿Sabes? ésto me recordó a la vez que nos conocimos hace un par de semanas, y deberías dejar de hacer éso.-
Le digo a la rubia que me mira con una sonrisa.

- Todavía lo recuerdo Kate Bishop, y tú deberías dejar de aventarme cosas a la cara.-me dice y ambas reímos ante los comentarios anteriores.

- ¿Y cómo entraste?, Déjame adivinar, ¿Usaste tus ganchos?.- le pregunto.

- Eeh no, de hecho dejaste una copia en las llaves que me entregaste, y vine a regresarte tu duplicado.- me tiende las llaves y las tomo, siento sus manos rozar las mías y una corriente eléctrica recorre desde mis manos hasta la punta de los pies y ahogo un gemido.

- G-gracias Yelena, ¿Quieres ir a desayunar? Yo invito.- veo su cara de sorpresa y me da tanta ternura awws.

- Me encantaría Kate Bishop.- me acepta la invitación y una parte interna de mí salta de alegría.

- Cool, entonces vámonos.- le digo y la tomo de la mano para caminar hacia la salida.

- Genial, sirve de que paso a hacer unas compras, necesito cosas para Fanny y para mí.- me dice y salimos del edificio.

- ¿Se te antoja algo en especial Yelena?.- pregunto mientras caminamos.

- Creo que quiero ir a un Starbucks, ¿Te parece la idea Bishop?.- pregunta mirándome.

- De acuerdo.- le contesto con una sonrisa amplía en mi rostro.

Ella me devuelve la sonrisa y juro que estuve a dos de caer rendida a sus pies, de verdad me estoy enamorando y aunque sé que no debo hacerlo simplemente no puedo, la despiadada vigilante no me lo deja fácil.

Caminamos poco más de veinte minutos, no es que el Starbucks quede lejos de mi departamento si no que Yelena se detenía cada cierto tiempo mirando cosas que compraría de regreso, sonrío cada que ella está feliz o cada que me cuenta algo que le gusta, sí, definitivamente estoy enamorada.

Nos sentamos en una mesa un poco lejos de la demás gente y pronto comenzamos a ver el menú.

- ¿Qué vas a ordenar Yelena?.- pregunto sin apartar la vista del menú.

- ¿Qué me recomiendas Bishop? ¡Sorprendeme!.- me dice y una sonrisa se forma en mi rostro.

- Cada que vengo, siempre pido mi combo favorito, frappuccino de vainilla con pastel de chocolate.-

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora