Post credit 3.

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Una semana después.

Melissa.

Estoy terminando mi clase final, esperando que dé la hora de por fin irme a casa. Ésta semana ha sido una locura comenzando con el reciente secuestro de mi hermanita, no sé qué habría hecho si la pierdo, afortunadamente mi papá y Yelena pudieron rescatarlas.

En éstos últimos días Nat ha estado insistente en querer unirse ya al grupo de nuevos vengadores, siempre termino llorando pues es egoísta de mi parte pero no quiero que se vaya, no quiero perderla.

Y a la vez estoy entusiasmada pues hoy es su cumpleaños número quince y hoy será el día en que nuestros padres se enteren de nuestra relación que lleva ya dos meses, siento que es mucho tiempo el que pasamos escondiendo nuestra relación pero no encontrábamos el momento adecuado, además queríamos ver si lo hacíamos funcionar, cosa que hemos logrado, no sé cómo se lo tomen nuestros padres pues para mis padres, Natalia es cómo su hija y lo mismo, yo soy cómo una hija para sus madres.

Lo cierto es que papá y mamá ya me dieron la plática de que yo sea feliz con quién quisiera y ellos lo aceptarán con gusto y que luche por mi amor, no sé cómo explicarles que estoy perdidamente enamorada de una niña que conozco desde que éramos unas bebés.

La campana suena y salgo casi a toda prisa y busco por todos lados a Nat hasta que la encuentro caminando a lado de un chico, no sé si es mi percepción pero tiene cara de fastidio.

Tomo contra mi pecho mis libros y camino hacia ella quién sonríe con alivio al verme.

- Hola.- la saludo tímidamente y el chico intenta tomarla de la mano pero Nat se suelta. - ¿Nos vamos?.- extiendo mi mano y la toma.

- Adiós Zack.- se despide del sujeto de una manera tan indiferente. - Gracias por salvarme, ése tipo es muy intenso.- me dice una vez estamos lejos de él.

- Puedo intimidarlo un poco si gustas.-
Sugiero.

- No es necesario. Te ves preciosa.- me halaga y me roba un beso.

- Gra- gracias Nat, yo aaahh...- me da otro beso pero ahora más largo y lo agradezco porque no tenía palabras para darle si todas se las llevó.

Miro detrás de ella y está Zack con la boca abierta.

Le sonrío y agito mi mano en señal de despedida para luego tomar la mano de Nat e irnos, antes de llegar a su casa dónde se le festejará, la llevaré a cualquier lugar que se me ocurra.

Y así lo hicimos, la primera estación fué una pizzería, comimos su favorita, pepperoni, nuestra segunda parada fué el centro comercial, le dije que le compraría lo que ella quisiera, únicamente quiso un lindo vestido color azul.

- Ay mira éso Meli.- me lleva a rastras a un local donde una señora vende joyería de plata y oro. - Quiero tener una pulsera contigo amor.- ¿Cómo decirle que no a ésos ojitos color avellana?.

- No tienes que pedirlo dos veces.- le doy un corto beso en los labios y la señora se acerca para atendernos.

- Hola niñas bienvenidas, ¿Buscan algo en especial?.- nos pregunta.

- De hecho sí, buscamos un par de pulseras.-

- Tengo unas aquí, se pueden acercar para verlas, tengo éstas con diseño y éstas sin diseño para personalizar.-

No tardamos en encontrar las perfectas para nosotras, una pulsera con un arco y flecha grabado y otra con libros, tal para cuál.

- ¿Pensaste lo mismo que yo ¿verdad Nat?.- la miro y no puedo, tiene los ojitos abiertos y a punto de llorar.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora