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Luis.

— Llegó el momento Luis, todo va a salir bien, confía en tí y recuerda los consejos de Yelena.— conduzco y estoy por llegar a la casa de Cassie, me intento convencer de evitar mis nervios pero me es imposible, estoy totalmente nervioso, no sudo pero si lo hiciera seguramente ya estaría empapado.

Minutos después llego a su dirección y bajo de mi vehículo.

Mi corazón está demasiado acelerado y mis nervios aún no dan tregua. Toco la puerta y su papá abre la puerta. En ése momento siento que mis piernas se hacen como gelatina. — Tú puedes.— me digo mentalmente y me aclaro la garganta.

— Buenas noches señor Lang.— para ser un ex miembro de fuerzas especiales y no temerle a la muerte en éstos momentos parezco un pequeño cachorro.

— Tú debes ser Luis, el hombre del que mi hija no para de hablar. Es un gusto conocerte al fin, ¿Eres el padre de la niña que mi hija cuidó desde ayer?.— me pregunta y me pongo en modo serio.

— Si señor, y le debo mucho a su hija, ella fué muy valiente y evitó que se llevaran a mi Melissa, estaré en deuda eterna con ella.—

— ¿Qué puedo decir Luis?, Es una Lang, y tú para llamarte Luis eres muy callado, ¿ocurre algo?.— pregunta e intento procesar lo que voy a responder.

— B-bueno, yo...— mis nervios vuelven a apoderarse de mi cuerpo.

— Estoy jugando Luis, es que tengo un amigo que de llama cómo tú y habla mucho.— ríe y yo hago lo mismo, en nunguno de mis cursos de fuerzas especiales me enseñaron a evitar ponerme nervioso con el papá de la mujer que me gusta.
— Aunque Luis, debo advertirte, mi hija es el tesoro más preciado que tengo, intento día a día recuperar ésos cinco años que me perdí durante el blip, así que voy a pedirte, que me des tu palabra,  quiero confíar en tí, y tengo que hacer la pregunta. ¿Qué quieres con mi hija?—

Okey Luis, ensayaste para ésto, tienes claro lo que sientes y lo que quieres.

— Señor Lang, quiero que sepa que lo que quiero con su hija es que se den las cosas entre nosotros, primero que nada, conocernos, y después, si hay una oportunidad, créame que aprovecharé al máximo, y cuidaré siempre de Cassie, tiene mi palabra.— okey fué fácil controlar el mar de nervios que siento.

— Ése es mi muchacho, mi hija ya no tarda en bajar, diviértanse y disfruten de su velada.— en cuanto termina su oración y le agradezco y percibo un dulce aroma y escucho la voz de Cassie quién se despide de su familia que al parecer se encuentra en la sala.

— Nos vemos papá.— Scott abraza a Cassie y un recuerdo de mi familia llega a mi cabeza el día que conocimos al primer novio de mi hermana mayor, no puedo parar la lágrima rebelde que resbala por mi mejilla.

Admiro a Cassie de pies a cabeza, viste un hermoso vestido color cereza de escote corazón y unos tacones que hacen juego con el color del vestido, sin duda alguna estoy embelesado, el tiempo comenzó a transcurrir de manera lenta y regreso a la tierra en cuanto está frente a mí.

— Hola Luis.— no me da tiempo de responder el saludo cuando me abraza.

Literal estoy hecho una piedra, apenas puedo mover mis brazos para de ésta manera corresponder el abrazo.

— Hola Cassie, te ves, wow, Dios mío, te ves hermosa.— logro hacerla sonrojar y me aplaudo mentalmente, es un buen comienzo.

— Bueno hija, Luis, disfruten su velada, diviértanse mucho.— nos dice y nos dirigimos al auto.

— Prometo traerla sana y salva temprano.—

— Confío en tí muchacho.— me dice y alcanzo a Cassie.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora