Siempre serás tú

36.

Kate.

- ¿Crees que ya formalizaron?.- pregunto a Yel que mira atenta la televisión.

- ¿Quiénes?.- pregunta sin dejar de mirar la pantalla.

- Nuestros pequeños saltamontes, Peter y Hanna.- ahora sí tengo toda su atención.

- Yo creo, bueno espero. Es que se ven tan bien juntos.- me dice mientras me abraza. - Aunque si le rompe el corazón a mi hermana yo le romperé su cara de niño.- me gusta ésta faceta de Yelena como hermana protectora pero estoy segura de que Peter no sería capaz de hacer algo así.

- Se nota que se gustan. ¿Qué hora es amor?.- pregunto.

Ella mira su celular y se queda así por unos segundos hasta que reacciona.

- Kate, ¡es oficial!.-

- ¿No es cierto?.-

- Es real Kate, mira.-

Me muestra el mensaje que Hanna le envío apenas hace unos minutos en el que se lee, "Fué el mejor día de mi vida, oficialmente ya somos novios" y de paso veo la hora que nunca me dijo, son casi las once.

- ¡Triunfó el bien!.- choco los cinco con Yel y me levanto de la cama.

- No te vayas.- me dice haciendo que voltee a verla.

- No tardo, hablaré con Laura y Clint, iré la próxima semana a verlos y quiero que vengas conmigo.- le digo y dudosa asiente.

Salgo de mi habitación y me dirijo a la sala mientras marco el número de Laura.

Llamada.

- Hola Kate, ¿Cómo te va?.- pregunta del otro lado de la línea.

- Hola Laura, me va de maravilla ¿y a tí?.-

- Pues creo que también puedo decir lo mismo. ¿Querías hablar con Clint? Porque no está en casa, se fué a arreglar unos asuntos al complejo de los vengadores.-

- No no, tengo su número le hablaré después, es solo que quería pasar unos días contigo y con los niños.- le comento.

- Éso estaría bien Kate, dime cuándo vienes para ir por tí al aeropuerto.-

- Creo que ésta vez será el fin de semana únicamente así que llegaré el viernes por la mañana.-

- Que bueno Kate, los niños se pondrán contentos, bueno te dejo, iré a hacer la comida, hasta el viernes Kate.-

- Claro Laura, nos vemos el viernes y me saludas a los niños.-

- Por supuesto, cuídate.-

Fin de la llamada.

Vuelvo a la habitación y encuentro a Yelena en un profundo sueño, la miro y de verdad me encanta, es un precioso ángel bajado del cielo, y por suerte no está encima de las sábanas así que me meto con ella a la cama y la abrazo de la cintura para quedarnos dormidas, la muevo un poco y se queja, hundo mi cara en su cabello mientras concilio el sueño.

Peter.

Vaya que ha sido un agradable día, mi vida empieza a ir mejor, tengo trabajo, pronto seré (nuevamente) un vengador y ¿ya mencioné que tengo una hermosa novia?, Pues oficialmente tengo una hermosa novia y por fortuna no hubo necesidad de golpear a los malos ésta noche.