Capítulo 8

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Aria

10 de Abril – 20:21

Inazuma – Tenshukaku – Aposentos del Dragón

Cuando nos devolvieron a la habitación y nos dejaron a solas, Al me agarró del brazo y me tiró a la cama. ¡¡¡Él a mí!!! Antes incluso de que pudiera procesar aquella repentina acción, se colocó encima de mí y me aprisionó entre sus firmes brazos a cada lado de mi cuerpo.

-Albedo: Aria... -su tono de voz era extraño. Era una mezcla entre el enfado y la excitación-. Te has... portado muy mal en ese sitio –me provocó un escalofrío.

-Aria: sólo hice lo que tenía que hacer, ¿no? –sonreí con cierta sorna.

Lentamente, bajó su rostro sobre el mío, acelerando mis latidos. Cuando me alcanzó, rozó mis labios con los suyos por un rato, provocándome una enorme impaciencia. Impaciencia que parecía estar disfrutando.

-Aria: si vas a besarme, hazlo ya –rogué, ansiosa por remover toda su boca.

-Albedo: ¿es una orden? –bromeó, con una picaresca que terminó por encenderme.

Ante la maliciosa expresión que ahora exhibía en su rostro, me revolví ligeramente sobre la cama y apreté las sábanas con mis dedos.

-Aria: ¿y si digo que no? –quise bromear también.

Entonces, apartó la cabeza hacia un lado y bajó más, colocando esta vez su boca junto a mi oído.

-Albedo: te destrozaré igual –susurró, disparando mi lujuria-. Vas a recibir tu merecido, quieras o no.

-Aria: ... eras tú el dragón controlado por un artefacto, ¿sabías? -mi voz comenzaba a mostrar signos notables de excitación.

Y pronunció con seriedad, terminando por enloquecerme:

-Albedo: pero tú eres mi mujer... Vas a satisfacerme y terminar lo que has empezado, ¿verdad?

Quedé absolutamente hipnotizada.

-Aria: verdad...

***

Aria

10 de Abril – 20:26

Inazuma – Tenshukaku – Aposentos del Dragón

No hubo miramientos, Al necesitaba ensartarme ya. Me desnudó por completo, abrió mis piernas y, con un pene ya más que endurecido, me penetró en un fuerte impulso.

-Aria: ¡Aaaaaaah! –gemí con intensidad.

-Albedo: te obligaría a tener que contener también tus gemidos –rió, de forma traviesa-, pero quiero escuchar cada uno de ellos.

Sus embestidas removían el colchón sin parar. Bueno, al colchón y a mí por entero mediante constantes descargas de placer al sentir cómo su miembro me colmaba.

Acariciaba las paredes mi vagina, una y otra vez. Sin pausa, sin piedad. Y yo sólo quería más.

-Aria: ¡AL! ¡AAAAAAL! –acepté ser la devorada, debido quizá a la sobreexcitación que estaba padeciendo.

No iba a luchar por someterlo, yo también necesitaba que me follara cuanto antes.

-Albedo: mírate... estás preciosa incluso gritando mi nombre con tanta desesperación –se mordió su labio inferior.

El Pecado del Alquimista 12 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora