El Pecado del Alquimista 12 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 14

Tartaglia

11 de Abril – 7:35

Inazuma – Tenshukaku – Comedor Principal

No fue ya una sorpresa para mí encontrar a Xiao cerca de Nathaniel. Cuando se lo llevaron de la prisión, me pude imaginar que precisamente había sido el dragón que molaba quien había encontrado la forma de sacarlo de allí. Imaginé que lo habría proclamado también "su juguete", hecho que no me hacía mucha gracia.

No obstante, menos gracia me iba a hacer lo que iba a tener que escuchar de la sucia boca del general que había irrumpido al comedor:

-Reus: ¡buenos días, Su Majestad y Su Alteza! –parecía de buen humor-. Tenía muchas ganas de veros, especialmente a vos, Su Alteza. ¡Hemos descubierto que los dragones son sexualmente muy activos!

Hubo un breve silencio, en el que pude atisbar cómo Däriel reunía fuerzas para enfrentar la desagradable charla que le esperaba.

-Däriel: ¿y es el momento de comunicarlo? –inquirió, sarcástico.

Desde que me marcó, había estado de muy mal genio, así que quizá aquello no iba a acabar bien.

-Reus: perdonadme por interrumpir vuestro desayuno, Su Majestad, ¡pero es que estábamos muy preocupados con la descendencia de los dragones! –aseguró, dirigiéndose hacia Nathaniel y quedándose a su lado. Demasiado cerca para mi gusto-. Sé que me dijisteis que vuestro sobrino aún era desconocedor de los asuntos íntimos –aquello me sorprendió un poco. ¿Era verdad que Nath era virgen o era otra mentira de Däriel? ¡¿Quizá Xiao no había dado la talla?! Reí internamente- y que, por ello, aún debíamos darle un tiempo para no perturbarlo por el momento... ¡pero quizá sólo necesita también la mujer adecuada! Eso es lo que ha pasado con su padre, al fin y al cabo.

No pudo evitarlo, necesitaba preguntar:

-Nathaniel: ¿qué ha pasado con mi padre? –interrogó.

-Reus: tu padre no reaccionaba a la Sacerdotisa Divina, pero con su dueña de sangre azul la situación ha dado un giro rotundo –realizó una risita.

-Nathaniel: están juntos... -comprensiblemente se alegró. Eran sus padres. Y hasta yo sabía que Albedo y Aria debían estar mejor si al fin estaban juntos.

Entonces, el general tomó el mentón de Nathaniel para examinarlo, detenidamente, como si se tratara de un mero objeto.

-Reus: me encargaré de encontraros las más poderosas mujeres para que puedan satisfacer el exquisito gusto de un dragón –dictaminó, de forma siniestra.

El peliverde apretó sus puños. Podía sentir cómo emanaba una energía apabullante.

Sin embargo, fue Däriel quien puso fin a la escena.

Dio un fuerte golpe en la mesa.

-Däriel: ¡¡¡he dicho que no es el momento para hablar de esto!!! –alzó la voz, furioso, provocándome incluso a mí un escalofrío.

Sabía bien cómo hacer de Rey.

-Reus: ...cómo me recordáis a vuestro pad-

-Däriel: ¡¡MÁRCHATE AHORA MISMO!!

Aterrado, el general volvió a disculparse y se marchó del lugar cuanto antes.