Däriel
11 de Abril – 10:55
Inazuma – Tenshukaku – Sala del Trono
Las reuniones con los generales eran atroces, pero las sesiones en la sala del trono... poseían otro nivel de crudeza. La crueldad que se manifestaba en aquel lugar, era algo que rezaba para alejar de mis sobrinos lo máximo que pudiera. Sin embargo, sabía que, al final, era inevitable: no sólo que me vieran como un monstruo, sino que ellos, sobre todo Nathaniel por su cargo, ejercieran como tales en un futuro cercano.
-Exsoldado: ¡yo la amo! –gritó aquel hombre recién apaleado y ahora encadenado delante del trono en el que yo estaba sentado-. ¡Lo volvería a hacer si tuviera oportunidad! ¡Y también lo...!
Un puñetazo más de uno de sus antiguos compañeros, silenció por un momento sus gritos.
-Soldado 1: ¡¡cierra la boca, desertor!! –ordenó, furioso.
Ayer había visto a aquellos dos hombres bebiendo juntos, hoy la situación era muy distinta. Durante la noche, el ahora llamado desertor, había sido sorprendido tratando de huir con una mujer que iba a ser marcada por uno de los generales para añadirla a su harem.
-Märkit: no sólo es un desertor, ¡también iba a llevarse mi propiedad! –vociferó el general afectado por el caso. Era un hombre de cabello corto y rubio, con los labios en constante descenso. Parecía enfadado siempre-. ¡¿Sabes cuánto pagué a su padre para quedármela, escoria?!
Volvieron a golpear al acusado, quien no podía defenderse debido a las cadenas que llevaba encima. Comenzó a escupir sangre por la boca.
Yo sabía que, en nuestras leyes no escritas, sólo se contemplaba una pena para el desertor. Lo único que podía hacer era terminar aquello cuanto antes:
-Däriel: ejecutadlo –sentencié, ahogando mis gritos internos para que no titubeara mi voz.
"Más me vale enseñar bien a Nathaniel y tenerlo bajo control... o estas bestias lo despellejarán también", pensé, apretando mis dedos sobre el reposabrazos del trono.
***
Tartaglia
11 de Abril – 10:58
Inazuma – Tenshukaku – Cercanías Sala del Trono
Desde que fui bautizado como "temible criatura", podía acompañar al monarca la mayoría de las ocasiones. No obstante, cuando se trataba de una audiencia en la sala del trono, Däriel me hacía esperar fuera. Me pedía que me alejara, pero yo me mantenía detrás de la puerta, escuchándolo todo.
Escuché hasta la cabeza de aquel hombre caer al suelo.
-Tartaglia: ...joder –traté de contener mis temblores.
Yo no había sido ningún santo y, pese a ello, sentía escalofríos.
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El Pecado del Alquimista 12 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionDuodécima parte de El Pecado del Alquimista. La verdadera batalla se librará en el mundo de los sueños.