El Pecado del Alquimista 12 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 52

12 de Abril – 21:42

Inazuma – Tenshukaku

En los tejados del palacio, mientras la mayoría se divertía en la fiesta, dos criaturas se encontraron y se sentaron sobre las tejas para contemplar el firmamento.

-Copia de Albedo: al final has marcado a tu "mera aventura" –comentó, un tanto enfadado.

El más joven pelirrubio de ojos rojos asintió.

-Copia de Nathaniel: con la estupidez de que no puedo tener descendencia salvo que mi yo marque a alguien, se hace una tarea imposible la reproducción.

-Copia de Albedo: ¿imposible?

-Copia de Nathaniel: terminé de darme cuenta hace poco. Incluso con una dosis fuerte de afrodisíaco, a mi yo no se le pasó siquiera por la cabeza marcar a la mujer con la que estaba intimando. Sólo gritaba el nombre de Xiao... Fue aberrante.

"Es como mi yo con la gallina de los huevos de oro", recordó bien el dragón padre.

-Copia de Nathaniel: no iba a marcar a nadie que no fuera el Cazador de Demonios –susurró, sin apartar la vista de las estrellas-. Si quiero tener alguna descendencia, más me vale aceptarlo. En su día, intenté marcar temporalmente en esta forma a la diosa y que se reprodujera explotando su debilidad con Xiao. Sin embargo, ahora que el yaksha está decidido a no apartarse, ya no funcionará esa estrategia.

-Copia de Albedo: ¿acaso ya no quieres tener el mejor candidato para tu progenie? –indagó, curioso.

-Copia de Nathaniel: tú te has limitado a una sola candidata, no puedes darme sermones, padre –cruzó sus brazos.

-Copia de Albedo: porque ella es la mejor y nadie le llega a los talones –tenía más que claro-. Además, estando al fin junto a ella sin ese incordio que acabas de marcar, no tardarás en tener un hermano.

Dragón hijo suspiró profundamente.

-Copia de Nathaniel: después de que me dé lo que quiero, lo mataré... algún día lo mataré –masculló entre dientes-. ¡Lo odio! ¡Lo odio tanto! –apretó sus puños.

-Copia de Albedo: pero matarías al único que puede darte descendencia si tan obstinado es tu yo –levantó una ceja.

-Copia de Nathaniel: ¡¡Aaaaaaaaarg!! –gruñó.