Capítulo 68

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Kazuha

14 de Abril – 15:12

Inazuma – Cercanías Tenshukaku

No pude huir muy lejos. Por mucho que me sirviera del viento, los gladiadores eran de por sí muy veloces. Cuando me acorralaron, dejé a Kairi detrás de mí y desenvainé mi katana.

-Kazuha: tendréis que acabar conmigo si...

-Märkit: eso dijo el otro sometido, ¡y salió huyendo! ¡Jajajajajajaaja!

Suspiré.

Por primera vez, no podía reprochárselo. Aquellos hombres daban miedo, muchísimo.

Pero Kairi estaba detrás de mí. No iba a ir a ninguna parte.

***

Märkit

14 de Abril – 15:14

Inazuma – Cercanías Tenshukaku

Ni siquiera fue necesario activar nuestros orbes. Rodeamos al humano y comenzamos a apalearlo entre risas. No obstante, incluso tras partirle unos cuantos huesos, no soltó su arma ante nuestras constantes patadas y golpes.

-Märkit: si se van a mostrar tan valientes, al menos deberían durar de pie un minuto –continuaba con mis continuas carcajadas.

Lo estaba pasando bastante bien.

-Soldado 1: la existencia de los seres de este mundo es ridícula –comentó, con una enorme sonrisa, mientras seguía pegando patadas en el costado del samurái.

-Soldado 2: no entiendo cómo no los han conquistado antes –añadió, también riendo.

De pronto, escuchamos unos pasos acercarse. Nos detuvimos un momento, por temor a que fuera el Rey y nos hubiera pillado antes de conseguir consumar el marcaje.

-Märkit: ¿el dragón padre? –identifiqué fácilmente. Tanto el hijo como él, tenían una apariencia muy característica-. ¿Quién te ha ordenado venir hasta aquí? –pregunté, confuso. Al fin y al cabo, estaba controlado por un artefacto.

Cuando atisbé su mirada, me dio un escalofrío.

-Albedo: ... –que no pronunciara palabra lo hizo aún peor.

Estaba allí, mirándonos con una furia creciente.

-Märkit: ¿es normal que se vea así? –pregunté, extrañado, mientras atisbaba cómo sus ojos azules iban perdiendo frente al tono carmesí.

-Soldado 1: márquela cuanto antes, general –expuso, intentando mantenerse firme pese a la incómoda presencia del dragón pelirrubio-. El Rey puede venir en cualquier momento.

Me costó darle la espalda para dirigirme a Kairi, pues había algo en mi instinto de guerrero que gritaba "¡peligro!".

"Está controlado por un artefacto. No pasa nada", me repetía, a cada décima de segundo.

-Märkit: no había visto antes a un dragón, pero son bastante inquietantes –comenté, dándome la vuelta.

Entonces, su profunda voz nos atravesó:

-Albedo: no vas a tocarle ni un solo pelo.

La tensión se podía cortar con una espada.

-Märkit: ... ella es mi presa –repliqué.

Un breve pero atroz silencio, que nos dejó sin respiración hasta que volvió a hacer uso de su siniestra palabra.

-Albedo: entonces vosotros seréis mis presas –sentenció.

Y nos sentenció a todos.

El Pecado del Alquimista 12 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora