Capítulo 42

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Aoi

12 de Abril – 10:32

Inazuma – Tenshukaku – Departamento Sanador

Estar ayer durante horas escuchando cómo Xiao devoraba a Nathaniel, no fue fácil, pero al menos no fue tan horrible como esperaba. Tal vez yo tenía más que asumido que el amor de mi vida le pertenecía al adeptus. Sí, lo tenía bien claro y, de alguna manera, era hasta natural para mí. Por no mencionar que... puede que hasta disfrutara escuchar los gritos de Nath.

No obstante, en el fondo de mi corazón, había cierto dolor, como un quemazón.

-Aoi: descanse, Hatano –me despedí, cuando salí de una de las habitaciones de los pacientes.

A aquellas horas, había poco movimiento en el departamento y, mientras mis compañeros disfrutaban de un descanso fuera, yo prefería quedarme en el recibidor. Organizaba fichas de pacientes e instrumental.

Cuando realizaba tareas de aquel estilo, mi alma se tornaba cálida, puesto que recordaba a Nathaniel haciendo aquellas mismas labores a mi lado en Sangonomiya. Yo amaba salvar vidas, pero, desde que lo conocí, lo amaba aún más. Y aquella era una simple forma de seguir conectada con él, pese a que ahora... ya no pudiera ser un sanador.

-¿?: ¡Aoi! –escuché una voz amable detrás de mí.

Una voz... demasiado hermosa.

Ilusionada, me giré, ¡y estaba en lo correcto!

-Aoi: ¿Nathaniel? –me debieron brillar los ojos-. ¿Qué haces aquí?

Portaba encima una cesta colmada de productos típicos de la ciudad de Inazuma, la cual dejó en mi mesa.

-Nathaniel: después de lo de ayer, los gladiadores están muy contentos conmigo, así que me han dejado venir solo al departamento de sanadores –explicó, sonriente-. Está cerca de mis aposentos y... aquí no hay ventanas por las que pueda salir volando supongo –rió-. Tal vez, si sigo portándome bien para ellos, ¡me dejen hasta salir de palacio!

Entonces, suspiró hondamente.

-Aoi: debe estar siendo duro para ti –señalé, preocupada por su estado. Era mi amigo, al fin y al cabo.

-Nathaniel: tras la invasión, para nadie ha sido fácil –comentó, dando empujoncitos, de forma graciosa, a la cesta, para que llegara hasta a mí-. Lo pedí expresamente para ti. Sé que querías probar unas comidas típ...

Lo abracé en un impulso. Debí preguntarle antes de hacerlo, pero... lo había extrañado tanto.

Y él, en lugar de apartarme, miró a su derredor y también me envolvió entre sus brazos.

-Nathaniel: ¿cómo te están tratando aquí? –se preocupó.

-Aoi: me recomendó el heredero, así que estupendamente –era cierto-. ¡Soy casi la jefa! ¡Jajajaja!

-Nathaniel: han debido ver tus conocimientos –me elogió.

-Aoi: los que tú me enseñaste... -también era más que cierto.

Entonces, me tiró de la mejilla.

-Nathaniel: deja de subestimarte –me sermoneó, y me apartó un momento de él para mirarme con seriedad.

No quería ahora discutir con él, así que no repliqué.

-Aoi: ¿cómo estás tú tras lo de ayer? –también me preocupé.

-Nathaniel: yo no soy quien estuvo solo y encerrado en una habitación mientras... -suspiró, sintiéndose culpable.

Entonces, yo también le tiré de la mejilla. Él no tenía culpa de nada, en aquel momento no era más que una bomba sexual. ¡Y qué bomba!

-Aoi: vi a tu hermana... -pude percibir cómo su interés se disparaba-. Estaba bien físicamente, pero parecía necesitar dormir.

Esta vez suspiró de alivio.

El Pecado del Alquimista 12 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora