Alta y segura.

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--Perdona que te haya hecho pasar por esto querida.-- Nana acarició la mejilla de Julia, ella no solo se veía triste, algo más le preocupaba.

--No te preocupes, prometí cuidarte a ti, seguirte a ti y asegurarme de que mejoraras, nadie puso límites o reglas, todos accedieron-- Nana miró a Julia sorprendida por lo que decía, la notaba diferente y eso la alegró.

--Es verdad, tienes razón, no dependemos de ellos-- con una sonrisa en su rostro, se sentó en el sillón y le pidió que se sentara junto a ella. -- Te he visto más feliz  desde que llegamos a España, tal vez sea el clima cálido y el sol, o tal vez sea que estas mucho más activa que en Londres. De verdad me alegra mucho, aunque todos se han preocupado por que estamos  aquí sin haber hablado de nuestros planes, han dicho incluso que "nos escapamos"-- ambas soltaron una risa irónica-- yo también me he sentido mucho mejor desde que llegamos. Pero...--se aclaró la garganta-- Tenemos que regresar a Londres -- sus ojos se pusieron tristes -- Andrew, Hana, Helena! me han pedido que regrese a un chequeo en el hospital, Andrew viene en camino, parece que todos se han alterado un poco, ¡que digo un poco!, se han alterado bastante.-- Julia se llenó de indignación, pero esperó a que Nana terminara de hablar -- nos vamos mañana temprano, para la cena todos estaremos en Londres. --

--¿Estas segura que todos están preocupados por tú salud?-- dijo Julia indignada.

--¿Qué dices?-- preguntaba Nana tranquila y confusa.

--¿Por qué hacerte viajar cuando saben que estás enferma?, hay muy buenos doctores en España también, ¿no es así?. Habla con ellos, pídeles que vengan, haz cita con algún doctor, Madrid es más cercano, preguntemos a Don Álvaro que nos recomiende a alguien y cuando hayan visto que estas mejor que nunca, que ellos regresen a dónde se les plazca, nosotras regresamos a Segovia y asunto terminado. -- se sacudió las palmas muy al estilo español-- Nana, hace mucho que no sales, tu al igual que yo estás más contenta que nunca, más saludable, estoy segura que tampoco quieres regresar, yo he decidido quedarme contigo, y si me lo permites seguiré aquí asegurándome que estes bien, como te lo prometí a ti. --

Nana abrió los ojos, se quedó pensativa y sorprendida. guardó silenció por varios minutos y al final se decidió.

-- Tienes razón, ellos pueden seguir con sus negocios, han pasado casi dos meses completos sin que llamen y ninguno se ha molestado a visitarme en la casa, fue hasta que mi nieto se ha enfermado que se han enterado. ¡Que vengan!-- Se levantó del sillón, con el puño cerrado sacudió el brazo, se fue directo a su bolso, tomo el celular y comenzó a llamar a todos. 

--...Los veo en Madrid, elijan el hotel de su preferencia, yo elijo al médico y le mando los resultamos y exámenes al Dr. Hughes. Aquí los espero-- Le decía a cada uno para terminar la llamada después de que cada uno le arremetía en su contra--

Andrew no tardó en llamar a Julia para que hiciera entrar en razón a Nana, pero se sorprendió al escuchar que Julia la apoyaba y no planeaba hacerla cambiar de opinion.

Casi dos semanas después, Julia comenzó a recibir mensajes de todos.

"Estamos en Madrid" cada uno enviaba mensajes con la hora y el lugar donde se hospedarían.

Serían las 5pm cuando Hana y Helena llegarían a la ciudad. Los preparativos se los dejaron al personal de Don Álvaro.

Mientras tanto Nana y Julia esperaban en la bodega tomando una copa de vino, sentadas junto a la ventana. Ninguna decia nada; tal vez era la tranquilidad que sentian de saber que no habian hecho nada malo y tal vez tambien era un poco el alcohol del vino. 

Nana fue la primera en ver que Hana Y Helena salian del carro, para su sorpresa, ni los niños ni Tymothy venian con ellas. 

--Vienen de negocios por lo que veo-- Nana dejó salir lo que pensaba con total tranquilidad. 

El contrato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora