Los últimos días.

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Julia se preguntó hace mucho tiempo, una sola vez, cómo sería su último día con Andrew. Lo pensó una de las primeras veces que Andrew regresaba a casa. Al principio ella tenía una emoción infantil cada vez que llegaba Andrew. Era como si ella realmente esperaba que él la notara. Notara su presencia en la casa y que buscara hablar con ella. Ella no se atrevía a dar el primer paso, tenía miedo al rechazo. Así que esperaba a que Andrew diera el primer paso. En realidad, su corazón lo deseaba.

Con el paso del tiempo, al notar que Andrew no la buscaba o la notaba o se preguntaba por ella, su corazón comenzó a apagarse. Así que un día cuando él llegó y nada sucedió, ella pensó en como sería el último día con Andrew.

Si lo llegaría a extrañar. Si lo llegaría a añorar. O, tal vez, tal vez ni siquiera lo vería, tal vez solo firmaría los papeles de divorcio en una oficina fría con abogados y entonces nada, todo terminaría.

Esa vez se dio cuenta que estaba decepcionada. Que lo que ella creía que terminaría como una historia de amor, no llegaría a nada. Escuchó a Andrew llegar y ya no tuvo la misma ilusión. Se quedó sentada en su cama, continuó mirando la serie que llevaba días viendo y no le dio más importancia.

Los días continuaron igual por un largo tiempo hasta que ella perdió el interés por completo de hacer lo que se suponía que debería de estar haciendo. – ¿Qué se supone que haga ahora? —

Hasta ahora...

Meses después, cerca de tres años, después de días a solas, después de tanto tiempo fuera de casa, lejos y ahora ... ahora aquí, de nuevo en la misma casa, en la misma cama donde un día la ilusión se apagó y dejo ir todo, en el mismo lugar donde no le volvió a dar importancia a las llegadas de Andrew y a los momentos incomodos, de esas veces que la ansiedad se apoderaba de ella por unos frenéticos minutos para hacerla esconderse y evitar a Andrew. Ahora lo miraba despertar.

Despertar a su lado era algo que quiso en un principio, era algo que le hubiera gustado hacer hace mucho tiempo, ¿pero, y ahora?

Era la primera vez que ella despertaba antes, sonrió al pensar en eso. Trato de levantar su mano para acariciar el rostro de Andrew, pero se dio cuenta que la posición en la que se encontraba era imposible. Así que solo lo observó, sonrió hasta que sintió lagrimas caer por su rostro.

Lentamente como pudo, se llevó la mano a la cara para limpiar las lágrimas esperando que Andrew no despertara.

Trató de no hacer ruido, pero un movimiento de Andrew la asustó pensando que él despertaría, pero él, se acercó más a ella hasta apretarla en un abrazo.

Ella confundida, esperando que él estuviera durmiendo dejó de moverse, relajó el cuerpo y dejó caer su frente en el rostro de Andrew.

Las mejillas continuaron mojándose lentamente. No hubo sollozos, solo un gran nudo en la garganta.

Andrew se dio la vuelta después de un largo rato. No la miró o la acarició y fue al baño donde se quedó un largo rato. Ella escuchó el agua de la regadera caer y aprovechó para levantarse, ir a la otra habitación y tratar de arreglar su rostro. Era casi imposible no notar la hinchazón. Sabía que hielo o agua no iban a funcionar así que opto por antiinflamatorios esperando que hicieran efecto pronto.

Fue a la cocina con la bata puesta, preparó el desayuno con lo poco que había en la cocina, Andrew le había pedido al personal que limpiara y dejara comida en el refrigerador. Ella entonces se sentó en la sala a revisar los mensajes que tenía de su familia.

Cuando por fin bajó Andrew, se sirvió del desayuno que ella preparó.

-- El viernes tendremos la cita con los abogados – Andrew se sentó junto a ella en la sala después de haber comido. Tomó su mano y le dio la noticia.

El contrato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora