El Viaje

26 2 2
                                    

Regresaron a casa caminando en silencio tomados de la mano. 

Ya era demasiado tarde, con más entendimiento de lo que pasaba entre ellos, Julia se sintió avergonzada, de una manera más "visible" al ver a Andrew cambiarse dentro de la habitación. Era algo que ella vió en un principio pero que ahora le parecía érotico. 

Sabía que dormirían en la misma cama, lo había hecho lo sificiente como para saber lo que se sentía, pero ahora, ahora estaba conciente de su deseo. 

Andrew tomó poco más de lo normal en el baño. Se miraba en el espejo, estaba nervioso. Había dormido con Julia bastantes veces pero ahora, se daba cuenta de su deseo. 

Julia se metió a la cama primero. No dijo nada cuando Andrew llegó después de ella. En silencio, tenso, caliente, el deseo se respiraba en el aire. Se podía oler en la habitación. 

Andrew se metió en la cama, sintió la pierna desnuda de Julia. Ambos se tensaron. Él pensó en darle la espalda pero sabía que eso sería incomodo, entonces se acostó boca arriba, ella le daba la espalda. 

No lo sintieron, no se dieron cuenta pero ambos cayeron dormidos y al despertar, sus rostros estaban cerca, sus brazos casi entrelazados. Andrew despertó primero. La miró de cerca y como si fuese natural, le acarició  el cabello. 

-- Voy a terminar acostumbrandome -- dijo Julia sin abrir los ojos. -- aunque no me gusta --

-- ¿ que te haya despertado temprano? --

-- pero lo sigues haciendo --

De nuevo le besó la frente, se levantó y como era su costumbre se fue a hacer ejercicio.

Eran casi las diez de la mañana y Julia bajó en busca de Martina.

Pero se encontró a Andrew. 

-- ¿Te sientes bien? --

-- Muy bien! --

-- Pensé que despertarías hasta el medio día. --

-- De echo, he despertado con hambre y busco a Martina. --

-- creo que te has equivocado, la cocina está del otro lado. --

-- ja ja! La busco porque quiero ir a la bodega con ella. --

-- Le he pedido un auto a Don Alvaro, yo te llevo. Si te parece bien. --

-- Muy bien, porque no la encuentro y probablemente ya esté allá. --

Minutos después, se encontraban en el auto. Julia sentía una ligera tensión entre los dos así que encendió la música sin saber exactamente que escuchar. 

-- ¿Qué música te gusta?, eres de las que les gusta escuchar salsas y reggaetón? --

--¿De verdad crees que yo escucharía ese tipo de música?--

Lo pensó por algunos segundos y sonriendo dijo --Sí, definitivamente tu bailas esa música cuando nadie te ve. Y si sales con Martina, probablemente bailas con ella también.-- La miró por un segundo buscando la aprobación de Julia. 

-- Creo que tendré que comprobarlo con Martina.--

-- ¿ Aún no has ido a bailar?

--hmmm... nope, aún no. --

--hmmm...---

--¿Qué?...--

-- nada (sonríe emocionado) solo espero que música vamos a escuchar-- 

***Música de fondo*** 

Fue como si hubiesen desaparecido dentro del carro. El silencio entre ellos era armonioso, fresco, incluso un poco nostálgico. Ella miraba por la ventana y él de repente la miraba, con un nudo en su garganta preguntandose por qué todo había pasado de esa manera, en veces no pensaba nada en absoluto y solo disfrutaba cada segundo de la música. Era como si hubiera descubierto un poco de la mente, el alma y corazón de Julia, disfrutaba eso más que cualquier cosa que estaba sucediendo a su alrededor. 

El contrato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora