Después de una larga conversación por video-llamada con mi familia siento como mi corazón recobra una gran sonrisa. Mi familia me mantiene sana mentalmente, enfocada y alegre; los extraño demasiado, quisiera pasar estas fechas con ellos, al menos aquí, entre todas estas personas que están abajo, personas que se han convertido en parte de mi vida, mi otra familia, a la que he aprendido a querer, y parece ser que ellos me aprecian a mi también. En algunos momentos olvido todo de lo que esto se trata, olvido la mentira que vivimos, porque al ver tanta alegría y sonrisas, mi alma se contagia y engaña a mi mente con esta realidad, esta hermosa realidad.
Bajo las escaleras, y ahí están todos, listos para abrir los presentes de la mañana de navidad, los niños gritan de emoción pues cada uno tiene diez increíbles regalos que recibir.
--creo que esto va a llevarnos más de dos horas-- entra Cesar por la puerta principal.
--debimos de pensarlo mejor-- le saluda Hana con un tierno beso en la mejilla.
--dejen a los niños abrir los regalos primero, todos juntos de una sola vez, nos ahorraremos tiempo con ellos y luego los mandamos arriba a jugar-- entra Nana indicando como debemos empezar. Luce tan bella y joven, creo que es la primera vez que la veo sin maquillaje y a pesar de su edad, su piel es tan firme y bella.
--entonces los niños primero-- Andrew se sienta a mi lado, me sonríe con un beso en la frente. Sus ojos brillan más que de costumbre.
--bueno niños, tomen los regalos que dicen sus nombres y ábranlos de una vez-- indica Nana, al oír esto los niños corren a los pies del árbol y comienzan a elegir sus regalos.
Todo lo que sigue después son risas, abrazos y gritos de emoción, las fotos con la familia y gritos de ¡gracias!.
--Solo son tres y parece que tenemos un ejercito familiar propio-- Andrew la esta pasando genial con sus sobrinos.
--bueno, espero que en un par de años o menos podamos contar con un cuarto-- comenta Nana a lo lejos sin mirar a nadie.
Todos ríen, me miran y no puedo evitar sonrojarme con el hecho de saber que están pensando en mi.
--por favor Helen, haz feliz a Nana de nuevo, en un par de años el pequeño Francis estará caminando y bueno, nunca hay quinto malo.-- Helen no puede evitar sonrojarse y reír con ganas, solo mira a Timothy quien solo le queda menear la cabeza.
--ni lo sueñes!, todos queremos ver lo hermoso que saldrá un bebe mexicano!-- en este intercambio de embarazos, quiero pensar que me es mejor guardar silencio.
Así que guardo silencio, sonrió amablemente y evito hacer contacto visual con Andrew.
-Andrew, yo sé que te gustaría esperar tal vez un poco más, pero no puedo evitar emocionarme viéndote ser padre, tal vez, está Navidad puedan aprovechar la privacidad de su habitación- la mirada de Nana es sincera y sus ojos se humedecen un poco, pero también sonríe y nos hace pensar que es una broma, yo lo dudo.
Todos ríen y tratan de hacer callar a Nana, Hana se sonroja probablemente más que yo.
En medio de todo esto, siento el roce de la mano de Andrew, desliza sus dedos entre los míos y sujeta mi mano con fuerza, no puedo evitarlo, mis ojos se cruzan con los suyos y veo una mirada tierna, casi suplicante.
Sonrió por unos segundos, mi corazón se duele, mis ojos se humedecen, retiro la mirada, pero no me suelta, siente que lo intento pero no me deja hacerlo.
Los niños han terminado de abrir sus presentes, Nana sugiere el lunch y todos acordamos.
-creo que estaremos el resto del día abriendo regalos- respira profundo y suelta un largo suspiro, Hana está resuelta luchando por más puré de papas.
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El contrato.
NonfiksiJulia y Andrew se conocieron a través de una pagina de Internet en la que se encuentran los empresarios y millonarios, pero también las chicas y chicos que andan en busca de un "patrocinador" que les ayude en sus negocios o educación. Los empresari...