-- Así que... ¿Corea? –
-- Siempre quise visitar Asia, es de las pocas cosas de las que estaba segura de que quería. –
-- Es... --
-- ¿Extraño? –
-- No, más bien, diferente. –
-- ¿Cuánto llevas viviendo aquí? –
-- Casi tres años –
-- ¿Dónde estuviste los primeros dos? –
-- Viajando un poco alrededor de Asia. –
-- ¿Qué fue lo que más te gustó de esta ciudad? –
-- Creo que un poco de todo. Por supuesto la naturaleza y además está la playa también. – Julia lo miró de cerca y le sonrió – Dime, ¿por qué has venido? –
-- No me darás el tour de bienvenida primero? –
-- No. – sonrió juguetona.
-- Bueno, no fue fácil encontrarte. –
Habían pasado casi 5 años desde la última vez que Andrew y Julia se habían visto. Ni siquiera volvieron a hablar después que él dejó la casa el fin de semana cuando se despidió de la familia de Julia.
Ella, sin saberlo, seguía esperando por él, lo esperó por algunos días hasta que, mirando la hora, le sonrió al reloj y susurró un corto adiós.
No tuvieron la oportunidad de despedirse, su partida fue repentina, como si fuera a regresar. Hasta que no lo hizo.
Entonces Julia se marchó.
Hasta que él, sin avisar, estaba sentado en la entrada del orfanato esperando por Julia.
La cara de sorpresa de ella fue del agrado de Andrew. Fue entre enojo y una mala sonrisa. Como si ella le estuviera reclamando con sus gestos que no lo quería ahí.
Pero eso hizo sonreír a Andrew. Era algo nuevo en la cara de Julia que ver, era simplemente muy bueno verla enojada, confundida o tal vez alegre. Era realmente bueno verla de nuevo.
Julia se sentó a su lado, lo observó en silencio y miró la carretera que pasaba al frente del lugar. No dijeron nada por varios minutos. Andrew espero con gusto hasta que ella estuvo lista para hablar.
Ella lucia alegre, su cabello era diferente, su forma de vestir había cambiado, seguía sin usar maquillaje, pero de alguna forma se veía mejor.
Por otro lado, Andrew no había cambiado mucho. Su cabello y barba no parecían diferentes, su forma de vestir seguía siendo formal. Más sin embargo seguía luciendo atractivo, más feliz.
Andrew fue el primero en hablar, creyó que eso ayudaría a Julia.
-- Tal vez no quería ser encontrada. – sonrió traviesa, un poco molesta.
-- Supongo que sí, desapareciste de mi vista –
-- Eso debería de decir yo. ¡Un día saliste y jamás me volviste a llamar, ni un adiós! –
-- Tienes razón, fue culpa mía. –
-- Pensé que no querías que te buscará así que no lo hice y seguí con mi vida. –
--Lo entiendo bien. —
Ambos miraron al frente, como a la nada, viendo todo y no sabiendo que decir.
-- ¿Cómo esta ....uhmm – trató de decir el nombre pero buscó en Andrew la respuesta que no conocía.
-- ¿Nana? –
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El contrato.
Non-FictionJulia y Andrew se conocieron a través de una pagina de Internet en la que se encuentran los empresarios y millonarios, pero también las chicas y chicos que andan en busca de un "patrocinador" que les ayude en sus negocios o educación. Los empresari...