El tiempo vuela

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Nota del autor: Pasé mucho tiempo pensando si debería de escribir sobre el viaje queJulia y Andrew hicieron. Quise escribir sobre cada destino y talvéz sobre alguna que otra aventura, pero al final no quise desviar la historia añadiendo capítulos tal vez innecesarios. Así que les dejo un capítulo muy corto acerca del viaje, no sobre las locaciones pero sobre lo que ellos pasaron.

Italia y Grecia fueron los lugares que Julia disfrutó demasiado. Aunque Julia no es una persona a la que le guste nadar y usar trajes de baño, disfrutó de sentarse en la playa por largas horas, debajo de una sombrilla, a veces durmiendo, a veces leyendo. Aunque en realidad ella disfrutó más de todas y cada una de las conversaciones que tuvo con Andrew. Desde las más simples y llenas de risas hasta las más intímas con muchos sentimientos. 

Compartieron deliciosas cenas, largas, muy largas y en muchas ocaciones apenados se retiraron de lugares tan tarde que tenían que caminar para descansar. 

Andrew disfrutó de los rincones de Francia, llevó a Julia por lugares alejados de la ciudad y llenos de verdes jardines y playas rocosas alejada de la gente. Sabía que Julia disfrutaría de la intimidad de esos jardines, de la gente, de la increible vista al mirar los amaneceres. 

Las islas canarias fueron una sorpresa para Julia, aunque el lugar le pareció mágico solo pasaron un par de días por ahí. 

Andrew se encariñaba de cada sonrisa de Julia y de sus momentos vulnerables compartiendo sus lágrimas y abriendo su corazón. 

Algunas veces Andrew impedía sentir arrepentimiento por las veces que la dejó sola en la casa sin saber lo que ella pasaba, trataba de pagar sus acciones con los mejores momentos en el ahora. Era díficil pensar que cada día que terminaba era un día cercano a estar lejos de ella. 

Entonces lo supo, supo que no solo la deseaba, si no que la amaba. Que ella era todo lo que él quería. 

Julia pasaba largos momentos pensando en el final del viaje. Disfrutaba tanto durante el día que era extraño pensar en que cada vez estaban más cerca del adios. 

A veces por las noches miraba a Andrew cuando el dormía y pensaba en lo que pasaría si le dijera que renunciara a todo lo demás por ella, pero sabía que las cosas así eran tan complicadas. Talvez en otro mundo, ellos estaban juntos. 

Entonces lo supo, supo que lo amaba. Y que se sentía tan cercana a él, aun más cercana que a ella misma. Sabía que quería dormir entre sus brazos,. Sabía que la tensión que sintió en el pasado era por el deseo y la atracción que sentía y que no podía decirlo. 

Pero ambos callaron, cada uno guardó en su corazón los sentimientos que sentían por el otro, pensando que cada uno ya tenía un destino lejano preparado esperando en algún lugar. 

Cada día planearon disfrutarlo tanto como pudieron. Nana en ocaciones les llamaba preguntando como estaban. Dentro de ella esperaba las noticias de que su familia se agrandaba. Pero se consolaba con saber que sus rostros brillaban cada día más.

En ocaciones Alba llamaba a Andrew para darle noticias del bebé. En otras ocaciones Andrew tenía que salir y tener largas y cansadas llamadas con ella, así que terminaba llegando tarde a dormir con Julia. 

En ningún momento tuvieron habitaciones separadas. Cada noche se sentía más íntima y comenzaron a disfrutar el dormir o despertar abrazados. Se sentían cercanos, romanticos, dandosé largas miradas antes de dormir. 

Jamás dijeron ninguna palabra, no esperaban que el otro dijera algo y al final cuando terinaron su viaje por la maravillosa tierra de Irlanda, dieron una larga caminata hasta el amanecer. Su viaje estaba terminando, pasarían pocos días por España, incluso los tuvieron que acortar por razones del trabajo en México, y Alba. 

Después de la caminata regresaron al hotel y durmieron hasta la hora de la cena. Esa noche viajaron de regreso a España, casi no hablaron pero se tomaban de las manos cada que podían. Caminaron en silencio por los pasillos del hotel y durmieron tomados de la mano en el vuelo de regreso a España. 

Cansados, con hambre y calor. Les dieron la bienvenida Don Alvaro y Nana. 

Durmieron hasta perder el sentido del tiempo. Sin saber el día o la hora, despertaron al día siguiente. 

Andrew trató lo mejor que pudo de no salir corriendo al gimnasio, pero trató más fuerte el no acariciar el cabello de Julia y despertarla. 

-- Gracias -- dijo Julia sonriendo cuando al fin despertó.

--¿ por? --

-- por quedarte en silencio, por quedarte...--

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