Feliz Año Nuevo cielo.

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Mi corazón estaba confuso, Andrew me miraba con más ternura que la habitual, me tomaba de la mano si caminábamos por la calle y me besaba la frente todas las mañanas, en su rostro notaba una alegría inusual y de vez en cuando me tomaba la mano izquierda y miraba el anillo como si estuviese orgulloso de él.

¿Cómo decirle a mi corazón que todo era un engaño?, ¿Sus ojos realmente me aman?, Yo lo dudo, tal vez es por la razón de estar con su familia, al regresar a casa las cosas seguirán igual, el volverá a su trabajo y yo, yo volveré a la casa vacía.

Si tan solo hubiera dejado a mi corazón sentir y dejarse llevar, si tan solo me hubiera dispuesto a dejarme querer, tal vez, solo tal vez hubiera sido diferente, pero ahora, no puedo, no debo de culparme de nada.

Los preparativos para año nuevo estaban resueltos, iríamos a Londres justo en el River Thames, donde South Bank ofrece los fuegos artificiales cada año, tendríamos una cena en un barco y a la media noche miraríamos los fuegos artificiales. Sonaba como una noche de ensueño.

La casa desde entonces que se decidió fue poco más que una locura, de.pasar la noche se convirtió a pasar el día, comenzando por asistir al teatro, seguido por la cena en el barco y terminando con la pirotecnia, a pasar la noche en el hotel de la familia para mirar el desfile de año nuevo a la mañana siguiente. Planes y maletas, una pequeña pero Timothy y Helen nos superaban en número y necesidades, los niños jugaban por la casa con sus juguetes de año nuevo y la locura continuaba con Andrew y César llendo a verificar las instalaciones de cada lugar trayendo consigo aún más ideas.

–¿Te gusta Londres?– me preguntó Timothy una tarde antes de salir.

–solo he estado ahí un par de veces, no conozco mucho–

–tal vez puedan quedarse unos días después de año nuevo, así podrás conocer más.– su sugerencia era honesta.

A esto, me di cuenta que estábamos solos en la cocina, era la primera vez que así pasaba, entonces pensé en una locura.

–¿Sabes?, Realmente nunca he escuchado tu historia.–

–¿A qué te refieres?– me miró con intriga, y esa mirada me hizo entender que sabía lo que estaba preguntando.

–ya sabes, tu, Andrew, lo que sea que haya pasado entre ustedes.–

–¿Así que no sabes?– miró hacia la puerta. –honestamente creo que es mejor que no sepas nada, si Andrew no ha hablado de eso contigo, no creo que preguntar me a mi sea lo mejor.– suspiro mirando el suelo. –pero, ¿Sabes?, No, fue mi intención, terminamos mal debido a que yo estaba con su padre en los negocios, todo marchaba bien, pero le oculté su enfermedad, a todos, fue deseo de su padre, pasaron muchas cosas que yo no planeé, Andrew se fue molesto con su padre y al par de meses él falleció, después de eso, no regresó, no supimos nada de él por años, hasta ahora, que ha venido contigo. Por favor, no digas lo que te he contado, es mejor que no sepa lo que te he dicho, las cosas parecen estar bien, tal vez si tú le preguntas va a contarte más. –

Salió de la cocina como si fuese un ratón que ha robado un queso. Me sentí mal por él, por ambos, por la familia que se quedó destrozada, pero sobre todo por Andrew, quien ni siquiera tuvo la oportunidad de despedirse de su padre.

Por la noche preparamos los carros y subimos el equipaje, Andrew manejaba uno con Nana, Helen, el pequeño Francis y yo. En el otro manejaba César con Hana, Timothy y los niños.

Viajamos de nuevo por la hermosa ruta de regreso a Londres, hubiese querido disfrutar más de un silencioso viaje, pero Nana hablaba con Helen sobre los planes, los niños, la familia y el deseo de verla más seguido, unieron a Andrew con la misma esperanza de verle al menos en esta temporada cada año, mi corazón se dolió, es que yo quería esa temporada con mi familia, pero por supuesto el la quería con la suya.

El contrato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora