Desconocido.
Los demonios de los que estamos hechos tarde o temprano nos pasan la cuenta, salen al exterior y exterminan todo a su paso, dejando en evidencia los imperfectos y destructivos que somos... Aunque no puedo culpar a nadie, hasta el villano de una historia tiene una razón para destruir.
Las sirenas de las ambulancias se escuchaban a todo volumen, haciendo que la fila de autos que impedían el paso, se corriesen para que ellos pudiesen pasar. En perpetuo silencio vi cómo le tomaban el pulso a la castaña.
—¡Su pulso está bajando! —exclamó una paramédica, y el frío recorrió mis huesos.
—Aguanta un poco más — susurré con lágrimas en los ojos, tomando su ensangrentada mano.
—¡La estamos perdiendo! —vuelve a hablar la mujer —¡Tenemos que llegar ahora o morirá! —le informa al conductor para que acelere.
Mientras tanto, en la otra ambulancia, un castaño agonizante intenta aferrarse a la vida, por él, pero sobre todo por ella. Más por ella que nadie, porque sabe que la culpa de que ella y él se encuentren en esas camillas de hospital, heridos y a solo un paso de morir, es netamente de su hermano, la persona en quien más confiaba, y la idea de eso lo destruye, nunca pensó que quien le cagó la vida a la chica que ama fuera su hermano, sangre de su sangre.
—¡Lo perdemos! —grita un paramédico —¡Preparé desfibrilador! —le ordena a otra paramédica.
La mujer enciende el DEA a la vez que el hombre corta la polera del chico, despejando todo su tórax para darle una descarga.
—¡Primer intento! —habla el paramédico.
Sin resultado.
—¡Otra vez!
Sin resultados.
—¡Vamos, niño! ¡Hoy no puedes morir!
Tercer intento y nada.
—¡Tú puedes niño!
Cuarto intento y los pulsos del castaño vuelven a sentirse. Regresó.
—¡Eso! —le felicitan los doctores.
—Llegamos —comunica el conductor.
Sin perder tiempo, el castaño es bajado de la ambulancia y llevado con urgencia a cirugía. Los flashes de la multitud de periodistas capturan ese trágico momento para recordarlo toda la vida. La noticia del día son ellos; "Rydian Monrore y su actual novia, envueltos en un extraño y trágico accidente", porque sí, ese imbécil logró escapar justo a tiempo.
Con ambos entre la vida y la muerte, me doy cuenta de que nuevamente perdí, una vez más no pude hacer nada para salvarlos. Sin poder soportar verlos debatirse entre la vida y la muerte, tomo un respiro y me siento a esperar en la sala de espera.
—Rydian Monroe y Aveline Morris, ¿Dónde están? —escuchó a una chica preguntar a la recepcionista.
Mi corazón se acelera y los bellos de mi brazo se erizan de solo escucharla, lentamente miro hacia la rubia que luce cansada, derrotada, decepcionada y llena de dolor.
—Solo familiares pueden...
—Soy su jodida hermana —interrumpe a la recepcionista.
—¿De los dos?
—Sí —responde sin más —, media hermana de la chica.
Sonrío por lo mentirosa que es.
Sigue tal como la recuerdo; valiente, audaz, impulsiva y jodidamente hermosa. Maggie Monroe en todo su esplendor.
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Invisibles
Fiksi RemajaAveline Morris estaba acostumbrada al dolor, después de todo su propia madre era la causante de ello. Sabía que quedarse callada era la mejor opción. Sabía que mientras se mantuviera lejos de las personas estaría a salvo. Sabía que debía permanecer...