Cuarenta y uno

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El camino de regreso a casa fue extraño

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El camino de regreso a casa fue extraño.

Ember parecía sentirse satisfecha de haber hablado con Namjoon, pero no quiso darme muchos detalles de su conversación con él cuando le pregunté. Ahora mismo nos dirigíamos de regreso a casa, y Ember parecía tan sumergida en sus pensamientos, que no quise volver preguntarle o hablar durante todo el camino.

No sabía si sentirme preocupado o no, pero decidí confiar en ella y esperar hasta que considerara necesario hablar conmigo sobre lo que sea que Namjoon y ella hablaron.

Cuando vi que Namjoon cruzó la calle y dejó a Ember con un gesto contrariado, supe que había algo que él había dicho que había logrado dejarla sin palabras. No sabía si era algo sobre mí, sobre él o sobre Ember pero, sea lo que sea, se había instalado en la mente de mi novia.

Novia.

Ni siquiera le había pedido formalmente que saliéramos, pero cuando Yoongi me preguntó en el restaurante sobre cómo estaban las cosas entre nosotros, no pude evitar decirle que ahora estábamos juntos.

Cuando les di la noticia a Yoongi y a Hoseok, ambos lucían contentos, pero también algo preocupados. Era entendible. Namjoon no parecía querer arreglar las cosas y no solo me dolía a mí, sino a ellos y a Ember, quien ahora estaba seguro que también los consideraba sus amigos.

—¿Tae?

Parpadeé varias veces cuando la voz de Ember llegó a mis oídos. Había estado manejando sin ser muy consiente del camino, así que, apretando un poco el volante con ambas manos, giré solo un poco mi rostro hacia ella.

—Tu celular está sonando —señaló la pantalla del auto.

El nombre de Yoongi estaba en la pantalla. Él rara vez hablaba por teléfono, por lo que supuse que sería algo importante.

Moviendo mi pulgar, pulsé el botón de llamada en el volante.

—¿Sí? —contesté, sintiéndome un tanto preocupado por su inusual llamada.

—¿Ya están en casa? —preguntó con la misma tranquilidad de siempre.

—Pronto llegaremos —contesté, sintiéndome extrañado de que se estuviera preocupando por si ya habíamos llegado a casa. No era que Yoongi no se preocupara por nadie, pero no era de hacer gestos que lo demostraran.

—Acabo de dejar a Hoseok en su casa. ¿Tienes un momento para hablar?

Por el rabillo del ojo vi cómo los labios de Ember se tensaban. Era demasiado lista y entendió sin problema que ella no estaba incluida en esa conversación.

—Claro —contesté, tragando saliva—. Te veo en una hora en el café que está por mi casa.

—De acuerdo —dijo y, sin más, terminó la llamada.

Tamborileé los dedos sobre el voltante hasta que, un par de minutos más tarde, Ember decidió romper el extraño silencio que se había creado entre ambos.

I'm In Love Too • KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora