Cinco

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Miré mi reloj por tercera vez consecutiva y acto seguido miré de nuevo al profesor, quien no paraba de caminar de un lado a otro hablándole a la clase sin percatarse de la hora.

Su clase era la última y terminaba poco antes de que comenzara mi turno en Jungho's, lo que quería decir que si la clase no terminaba en los siguientes cinco minutos, llegaría veinte minutos tarde a mi trabajo.

A pesar de mi frustración, sentí la mirada de Taehyung sobre mí, quien de nuevo era un poco obvio al observarme con más atención de la necesaria. Aunque también existía la posibilidad de que me estuviera observando por cómo golpeaba el piso con mi pie una y otra vez, pensé de pronto.

Hoseok no tomaba esta clase con nosotros, por lo que no habría manera de que lo usara como testigo cuando le dijese al chef que mi profesor no había terminado la clase a tiempo; no era demasiado exigente en muchas cosas, pero si algo no toleraba, era la impuntualidad.

Y la comida quemada.

—Bueno, jóvenes —comenzó a decir el profesor—. Eso es todo po-

No escuché ni una sola palabra más después de eso.

Ni siquiera me despedí de Taehyung cuando éste me habló, pues mis pies se movieron demasiado rápido hacia la salida del edificio en busca de recuperar los minutos perdidos. Cuando salí del edificio, decidí comenzar a correr hasta la parada de autobuses.

En cuanto llegué y volteé hacia la transitada calle, pude ver el camión aproximándose a lo lejos detrás de algunos carros. Tal vez, solo tal vez, no llegaría tarde después de todo.

Cuando uno de los autos que venía frente al autobús se detuvo frente a mí, giré mi cabeza hacia éste con cara de pocos amigos, pues el muy imbécil estaba obstruyendo la parada del autobús. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que reconociera a la persona en el asiento del piloto.

Namjoon me hizo señas para que subiera al auto, y enseguida escuché un par de cuchicheos detrás mío.

Giré mi cabeza sobre mi hombro hacia el grupo de chicas mirando con asombro el lujoso auto con un atractivo hombre arriba de él. Ni en las mejores películas veías algo así.

—Andando, te llevaré al trabajo —exclamó y enseguida rió al ver mi cara de duda—. Prometo manejar con precaución.

No estaba muy convencida de sus palabras, pero pensé que, si no moría en un auto manejado por Namjoon, moriría a manos del chef, quien seguro no creería que mi profesor fue el culpable de mi retraso. Sea como sea, las posibilidades de morir estaban sobre la mesa, así que me subí al auto.

—Gracias —suspiré aun con la respiración un poco agitada por la carrera—. No tenías que molestarte.

—No eres ninguna molestia —aseguró sin dejar de ver al frente.

I'm In Love Too • KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora