Diecisiete

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Observé confundida durante un par de minutos el pequeño sobre azul pastel que estaba sobre mi escritorio.

Mi primer pensamiento fue que se habían equivocado de asiento, pero lo descarté al ver mi nombre escrito en la parte de afuera.

Miré de un lado a otro antes de tomarlo entre mis manos para ver si alguien me estaba viendo y riéndose de mí a lo lejos. Tal vez solo era una broma porque, ¿quién escribía cartas en estos días?

—Disculpa, Jessie, ¿viste a alguien acercarse a mi escritorio?

Mi compañera de clase se encogió de hombros moviendo la cabeza de un lado a otro y, acto seguido, continuó leyendo su libro. No lo tomé a mal, pues sabía que era alguien que evitaba tener conversaciones con quienes escuché en un par de ocasiones llamó "un desperdicio de tiempo".

Quitándome mi mochila, tomé asiento y abrí con cuidado el pequeño sobre. Luego de desdoblar la hoja que había en el interior, noté que la caligrafía era suave y elegante y que no tenía el nombre de quien la había escrito.

"La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco."

—Platón.

Leí la frase una y otra vez sin saber cómo reaccionar o qué pensar al respecto. De no ser porque el sonido que anunciaba el comienzo de las clases me sacó de mi trance, me habría quedado observándolo por más tiempo.

—¡Hey, Ember!

El alegre saludo de Hoseok me hizo brincar sobre mi lugar, por lo que, en un rápido movimiento, metí la pequeña carta en mi mochila y fingí estar sacando mis libros una vez que él y Taehyung tomaron sus respectivos asientos.

—¿Lograste terminar tu ensayo? —preguntó Hoseok, comenzando a sacar sus libros.

Antes de responder, mis ojos fueron directo hacia Taehyung, quien el día de hoy parecía tener poco interés en voltear a verme, y en su lugar prefería revisar sus notas del día anterior.

—Sí —contesté regresando la mirada hacia Hoseok—. ¿Y ustedes?

—Taehyung como buen ratón de biblioteca lo terminó mucho antes que yo —se burló Hoseok, señalando a su amigo y logrando que esté despegara la mirada de su cuaderno.

—No es mi culpa que no puedas dejar de ver vídeos de coreografías de K-Pop en lugar de hacer la tarea —murmuró sin ningún rastro de su característica sonrisa.

Fruncí el ceño un par de segundos por su hostil comportamiento, hasta que Hoseok lo arremedó y tuve que morderme el interior de la mejilla para no reírme.

Taehyung lo vio y estuvo a punto de alcanzarlo para golpearlo, pero en ese momento el profesor entró al salón y todos nos enderezamos en nuestros asientos.

I'm In Love Too • KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora