Capitulo 6...

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—¡Edward!..! Edward! —vocifero fuerte, se detiene. Mi rostro se vuelve escarlata al darme cuenta cómo me miran las personas que caminan por la calle. ¿Cómo veré a la cara a mis vecinos después de esto? No puedo creer la falta de educación que he mostrado al gritar de esa manera. Dejo ese prejuicio a un lado y me concentro en el chico que necesita mi ayuda. Camino hasta detenerme frente a él. Mi respiración es agitada, respiro repetidas veces tratando de regularizarla. Cuando lo logro, me planteo comunicarle la idea que he tenido.

—¿Puedo ayudarla en algo? —musita sorprendido. Sí, creo que él tampoco se imaginó verme en una situación como esta.

—Quiero hacerte una nueva propuesta —comento.

—Claro. —Me observa con sospecha

—Será mejor que entremos a la casa —suelto al ver a mis vecinos que contemplan la escena. Él otea el alrededor dándose cuenta de lo mismo.

Entro a casa, me dirijo hacía mi estudio con Edward detrás de mí.

—Siéntate —pido después de yo ocupar asiento en la silla del escritorio.

—Mira... —Comienzo a decir—. Tú necesitas trabajo y yo necesito chófer. —Es algo obvio, aunque de toda manera, recalco—: La propuesta que te tengo es la siguiente, quiero que te traigas a tu familia a vivir aquí. —Lo dejo más asombrado.

—¡¿Usted quiere que mi familia venga a vivir a esta casa?! —jadea con incredulidad.

—No. No necesariamente a esta casa. —Me apresuro a responder.

—¿Dónde?

—Tengo un apartamento cerca de acá, hace meses que está desocupado, me gustaría que lo ocuparas con tu familia. Así yo tendría chofer y tú un trabajo. Estarías cerca de ellas, que es lo que deseas. —Le hago ver.

—Es una muy buena oferta. Sería un tonto si la rechazara —susurra como para sí, pero logro escucharlo.

—¿ Aceptas?

—Sí, pero con una condición —alega en un tanto nervioso.

«Le ofreces trabajo y es él quien pone las condiciones. Este mundo está al revés».

—¿Cuál es? —Silencio mi consciencia.

—Si voy a vivir en su apartamento, voy a pagar como cualquier inquilino.

—Pero... —La verdad es que no había pensado en eso.

—Es la única forma de aceptar su propuesta, usted me ha ayudado lo suficiente con darme el trabajo —interrumpe—. Lo mínimo que puede hacer es permitirme pagar el alquiler de la casa en la cual voy a vivir.

—Está bien —acepto—, tendrías que mudarte mañana mismo y empezar el lunes —informo, me urge un chófer—. Pídele a Bertha las llaves y la dirección del apartamento. —Así concluyo con nuestra reunión.

Todo se volvió difícil para mí, sentí como si la vida se desquitara conmigo por alguna razón desconocida

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Todo se volvió difícil para mí, sentí como si la vida se desquitara conmigo por alguna razón desconocida. Todo empezó con la muerte de mis padres cuando apenas era un niño, desde entonces he tenido que trabajar para sacar a mi hermana y a mi abuela hacia delante, no podría pensar en otra cosa que no fueran ellas, que estuvieran bien, que no les haga falta nada. Cuando me despidieron por la quiebra de la empresa donde trabajaba, todo se volvió más oscuro aun, tenía dos meses que no conseguía labor, por suerte, conservaba unos ahorros que eran para la universidad de Ross, mi hermana, fue una decisión difícil hacer uso de ellos. Sin embargo, nos ayudamos bastante, pero estaban por terminarse y yo aún no conseguía nada, ahí es cuando mi nana llamó a su amiga que vive a las afuera de la ciudad y labora con una familia adinerada para ver si podía ayudarme a conseguir un empleo, aunque es un poco lejos de mi hogar, era la única opción que teníamos en esos momentos, no importa cuál fuera el trabajo, lo iba aceptar.

Cuando llegué a la dirección proporcionada por la abuela, no tardé mucho en dar con el paradero de la casa, una bastante grande que me dejó impresionado; tiene dos niveles, un patio bastante amplio y hasta una enorme piscina. Eso es lo que se puede ver desde fuera, porque por dentro es aún más impresionante. Bertha me hizo pasar brindándome unos bocadillos para picar mientras respondía cada pregunta que hacía, la ponía al día con la historia de mi familia, al parecer también era muy amiga de mis padres. Me contó que tiene bastante tiempo trabajando para esa familia, pero que la tragedia también tocó la puerta de dicho hogar, le arrebató la vida al señor de la misma, la señora quedó viuda muy joven y vive sola allí con excepción de los empleado. Su único familiar era su esposo, quién falleció hace unos años.

Hablamos bastante hasta qué cayó la noche, pidió que me quedara a dormir porque la carretera era muy peligrosa y yo vivía un poco lejos, la señora no había llegado, por lo que tuve que quedarme hasta el día siguiente para poder conversar con ella.

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