Volver a amar "Segundas Oportunidades 1"

Capitulo 36...

Narra Edward...

Esta noche no esta saliendo como la he planeado. Primero, Sofí me arrastra hasta la pista de baile cuando lo único que deseo es poder estar al lado de Tereza desde que llegará.

Ha sido un mes sin poder tocarla, y creo que me estoy volviendo loco.

Lo segundo, fue la sorpresa que me lleve al llegar hasta la mesa que nos tenían asignada, y  encontrarme con ella y ese señor, William—-creo que ese es su nombre— ocupando mi lugar, no me molesta que haya tomado mi asiento, sino que lo hizo con la intención de estar coqueteando con Tereza, y ella le sigue el juego.

Cuando regreso a la mesa trato de que tome su lugar, pero todos mis esfuerzos son inútiles, él está empeñado en permanecer al lado de mi mujer. Si, leyeron bien, MI MUJER, que le quede claro, quizás suene un poco posesivo, pero no me importa, muero de celos.

Me resigno a tomar asiento al otro lado de la mesa sin quitar mi vista de encima de él, como se le ocurra tocarla más de la cuenta le rompo la cara, y no me importa el lugar donde estoy.

Los minutos pasan lento, y mis ganas de alejar a Tereza de él van en aumento. No estuviera tan enojado en estos momentos si ella no le siguiera la corriente, pero no, ahí está permitiendo que agarre sus manos, que acaricié sus mejillas, y brindándole su sonrisa, ¡Por Dios, su sonrisa! Yo soy el único que la puede hacer reír así.

—Solo intenta darte celos—Dice Sofí en mi oído.

—¿Tú crees?—Pregunto no muy covencido. Sofí es de las pocas personas que sabe que estoy enamorado de Tereza. Después de dos visitas de ella a la casa comenzó a sospechar y tuve que confesárselo, es mi mejor amiga, nos lo contamos todo.

_—-Claro que si, si lo quieres comprobar has tú lo mismo—-Me aconseja—Yo voy ayudarte—Se inclina hacia mí y besa mi cuello con disimulo captando la atención de algunos de lo que están en la mesa incluyendo a Tereza quien me mira directo a los ojos, y puedo ver en ellos ¿Decepción?.

Busco ignorarla y seguir el plan de Sofí, sin embargo, no parece estar surtiendo el efecto deseado.

La Abuela y Ross me reprenden con la mirada desde el otro extremo de la mesa, Tereza me ignora por completo, y lo peor es que no deja de sonreírle al imbécil ese.

En estos momentos lo único que quiero es llevármela lejos, desaparecer con ella a un lugar donde no nos molesten y pueda hacerle el amor hasta que no existan fuerzas en nuestros cuerpos.

Veo como Ross camina hasta la pista de baile con el hijo de William, cosa que no me agrada para nada, pero mañana hablaré con ella, no la quiero cerca de ese chico, ahora que sé quién es su padre.

Esta noche mi mente la ocupa Tereza y el vino que se encuentra en la mesa.

—Si sigues tomando de esa forma vas a terminar borracho, solo ignórala y vamos a bailar—-Comenta Sofí.

En la mesa solo quedámos Tereza, William, Sofí y yo, los demás se marcharon a bailar a la pista, incluida la Abuela.

Por nada del mundo voy a abandonar la mesa, no voy a dejar a Tereza sola con él ¡Claro que no!

Diez minutos después veo como se levantan de la mesa y se dirigen a la pista de baile. Fue ahí cuando la poco cordura que me queda se fue por la borda, Tereza lleva un vestido muy ceñido al cuerpo que no deja nada a la imaginación, para colmo carga con una apertura que deja toda su espalda al descubierto.

¿Pero en qué pensaba está mujer cuando decidió comprarse ese vestido?.

Claro, es que no pensaba. No creo que lo haya hecho.

Me levanto de mi mesa y voy hasta la pista, Sofí trata de detenerme, sin embargo no se lo permito.

Al llegar hasta donde está la veo rodeándolo con sus brazos y a él con sus manos en la curva de su trasero. ¡Adiós autocontrol!.

La tomo del brazo hasta despegarla por completo de su cuerpo.

—¿Pero qué...?—La escucho decir pero no llega a concluir sus palabras.

Trata de resistirse, sin embargo, mi agarre se vuelve más fuerte y la hago caminar hasta la salida del colegio.

—-¡Edward ¿Qué crees que haces? ¿Te estás volviendo loco? ¡Suéltame en este instante!—Sisea enojada.

Escucho pasos detrás de nosotros, pero los ignoro.

Cuando llegamos hasta el estacionamiento la suelto.

—Sube—Le ordeno abriendo la puerta trasera.

—-¡No lo haré! ¡No vine contigo y no me iré contigo!—Me grita, está molesta lo puedo ver en sus ojos, pero eso no me importa, solo la quiero lejos de ese tipo.

—Tereza, no lo volveré a repetir, sube al carro.—-Le grito de vuelta.

—Te dije que no lo haré, mucho menos hasta que no me digas ¿Qué sucede contigo?—Exclama

—-¿Qué que me sucede? ¡Estás casi desnuda, Tereza! y has permitido que ese tipo te toque.-Grito de frustración.

—Estábamos bailando, y hasta donde sé, para bailar, las parejas se tienen que tocar, además tú no tienes derecho a reclamarme nada, tú y yo no somos nada, no tienes ningún derecho sobre mí. Ve y busca a Sofía, ¿No estaba divirtiéndote con ella? Seguro te anda buscado, a mi déjame en paz.

—¡No somos nada porque así tú lo has querido!—Pierdo el control— Sofí es solo una amiga ¿Hasta cuándo te lo tengo que repetir? Es que no lo entiendes Tereza, estoy enamorado de ti—Confieso— Dame la oportunidad de demostrarte que conmigo puedes Volver a amar.—Ruego— Yo te amo—No puedo seguir callando, no más.

—Por favor, Edward—Su mirada pasa de enojada a triste—No sigas con esto, no puedo darte lo que pides—Veo como las lágrimas salen de sus ojos al decirlo.

—Sabes, a estas altura no me importa que no me ames, lo único que quiero es estar a tu lado siempre.—Sé que me estoy humillando, no quiero perderla, nunca he sentido nada como lo siento por ella.

—Será mejor que esto que tenemos termine aquí, no quiero que sufras por mi culpa.—Suspira profundamente, y siento un dolor profundo en mi corazón.

—No, no y no, esa decisión es mía, soy yo quien elige sufrir—
Me niego aceptar alejarme de ella—No tienes derecho a elegir por mí, y yo elijo estar contigo.

La tome de la cintura acercándola a mí, uniendo nuestras frentes.

—No lo hagas mas difícil, por favor, lo nu...

La beso interrumpiendo sus palabras, un beso donde le demuestro el amor puro que siento por ella. Que no importa lo que diga no voy a alejarme.

—Pídeme lo que quieras, menos que me aleje, porque no lo haré—-Digo al terminar el beso.

★★★★★★★★★★★★★★★

Las invito a leer mis demás historias, les recomiendo "La venganza de la mejor amiga" van a divertirse mucho leyéndola.