Lunes por la mañana, despierto como cada día y me preparo para ir a la oficina. Hoy siento que todo es diferente, en realidad no es como que lo sienta, más bien, sé que es así.
Veré a Edward otra vez después de lo ocurrido en la cocina y después de nuestro casi beso. Decir que me encuentro ansiosa es quedarse corto.
Tengo miedo y no sé cómo enfrentarme a eso. Sé que me espera, por lo que decido reunir el valor suficiente para bajar.
—¡Buenos días! —saludo al llegar a la planta baja.
—¡Buenos días, señora! —saluda Edward de regreso sin ningún tipo de expresión. Lo observo por varios segundos sin poder descifrar alguna emoción en él.
El camino a la oficina es largo, silencioso, no me atrevo a pronunciar palabra de lo sucedido ayer y por lo que veo, él tampoco tiene ese plan.
Llegamos, abre mi puerta y me ayuda a salir, le doy una última mirada para luego dirigirme al ascensor.
Cuando llego a mi oficina, lo primero que hago es llamar a Clara y contarle todo lo sucedido hasta al momento.
—¿Dices que apenas te saludo? —pregunta mi amiga otra vez.
—Sí. Me pareció muy extraño, ayer casi me besa y hoy apenas me habla. ¿Será que sufre de bipolaridad?
—A lo mejor pensó mejor las cosas y cree que algo entre ustedes no es factible. Además, tú misma acabas de decir que no podrías intentar tener una relación sexual con ese bombón. Quizás él también lo vea así —expone.
—Ya te expliqué mis razones.
—Y yo te dije que me parecen absurda. Escucha, entiendo que todavía sigas amando a Marcos, y que conste que esa es la única razón de peso en este asunto, porque eso de que tú eres mayor, él menor, y que la gente hablará, es cobardía de tu parte. Marcos habría querido que continúe tu vida, que te enamores, que te vuelvas a casar y seas feliz. No te estoy pidiendo que lo haga con Edward, pero después de siete años sin sentirte atraída por nadie, llega este muchacho a revolucionar tus hormonas en un mes. Sería bueno que le des libertad a lo que sientes, que experimentes, que explores tu sexualidad como lo haría cualquier mujer de tu edad y que solo se ha acostado con un solo hombre en la vida. ¡No te irás al infierno por ello! Déjate llevar por tus emociones una vez en la vida, dicen por ahí, que una vez al año no hace daño.
Sale de mi oficina, me deja con más de una pregunta en la cabeza. Medito en cada palabra que ha dicho, pero sigo teniendo miedo.
¿Dejarme llevar? Es tan fácil decirlo.
Por otro lado está Edward y la atracción física que surge entre ambos cada vez que nos encontramos cerca. Su cercanía me estremece a tal punto que logra que me olvide de lo que sucede a mí alrededor.
¿Qué debo hacer?💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕
Lamento que este capítulo sea tan corto, pero es un capítulo transitorio para lo que vendrá a continuación.
Sígueme en mis redes. LINK EN LA BIO.
ESTÁS LEYENDO
Volver a amar "Segundas Oportunidades 1"
Chick-LitPrimera entrega de la bilogía "Segundas oportunidades" Una exitosa empresaria, se enfrenta al pasado cuando revive sentimientos que nunca pensó volver a tener. Tereza Roberts quedó viuda muy joven, haciéndose cargo desde entonces de una cadena de...