Capítulo 53...

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Narra Edward...

El día de ayer todo se torno difícil, fue un día complicado para Tereza, el enterarse que su madre está a punto de morir, fue un golpe muy duro para ella, es que a pesar de todo lo que sufrió por culpa de esa mujer se que la sigue queriendo.

Y aunque ella no me lo haya dicho se que es así, es que nadie deja de amar a su madre por más despiadada que ésta sea, es el ser que te dió la vida, y debemos estarles agradecido por ello.

La vi llorar. Eso me rompe el corazón, si fuera por mí la encerraría para siempre en mi habitación conmigo con tal de que nadie le haga daño, pero no lo puedo hacer, es irracional,  me parte el alma verla llorar y no poder evitarlo.

Hoy cuando despertó la vi más tranquila, con más animo, aunque me dijo que no va ir hoy a la oficina, al principio me preocupe, pero solo necesitaba descansar. Así que decidí dejarla tranquila y pasar por el apartamento a ver como se encuentran la abuela, Sofí, y Ross.

—¡Abuela! ¡Ross! ¡Sofí!—Llamo al entrar al apartamento.

—Estamos en la cocina—Escucho a lo lejos.

Me dirijo hacia allá, y efectivamente allí las encuentro cubiertas de harina.

—¿Qué hacen?—Pregunto al ver a Ross mezclando un liquido de color rojizo.

—Es un postre que ayer vi en el programa de cocina de la tarde.

—Ya veo. Iré a darme una ducha—Digo dirigiéndome hacia mi habitación.

—Está bien...En tu escritorio hay una correspondencia que llego ayer por la mañana.

—Ahora la reviso.

Llego a mi habitación y voy directamente hacia mi escritorio, veo las cartas de la que me hablo mi abuela, las tomo pero al ver el remitente mi sorpresa es notoria.

—¡Mierda!—Exclamo.

—¿Malas noticias?—Escucho preguntar desde la puerta de mi habitación, levanto la cabeza de los papeles que tengo en mi mano encontrándome con Sofí quién me observa fijamente.

—No—Respondo de forma monótona.

—Por la cara que tienes en estos momentos parece como si hubieras recibido la peor noticia del siglo. ¿Quieres contarme?

Me levanto de la cama y le entrego la correspondencia que he recibido, mientras ella lee yo me paseo de un lado a otro intentando buscar una solución a la nueva situación que se me presenta.

Sé lo que tengo que hacer y eso haré.

—Wow. Esto es...Genial, es una gran oportunidad, tu abuela estará feliz, y Ross creo que saltará por las paredes de la dicha—Habla de forma apresurada.

—No aceptaré.

—¡¿Qué?!..

Narra Tereza...

Han pasado tres días desde que recibí la noticia de la enfermedad de mi madre. Y después de haberlo pensado bastante he decidido ir a verla.

Todos merecemos una segunda oportunidad no importando en que situación nos haya puesto la vida. Ella me concedió una nueva oportunidad de volver amar, de volver a enamorarme. Creo que mi madre merece la oportunidad de enmendar sus errores, aunque ya no tenga tiempo para eso. Al menos tendrá la seguridad de morir en paz.

En estos días Edward siempre ha estado a mi lado brindándome apoyo, han habido momentos en el cual lo siento lejos, ausente, es como si su cuerpo estuviera conmigo más su mente no.

Le pregunté que sucedía, pero él siempre busca la forma de evadir el tema y termina distrayéndome haciendo olvidar lo ocurrido.

Hoy vamos a cenar a su casa, su abuela me ha invitado al igual que a Bertha, ella son amigas desde hace muchísimos tiempo, por lo imagino que aprovecharán la ocasión para charlar un rato.

Mientras termino de colocarme un poco de brillo en los labios, tocan a mi puerta.

—Adelante.

—Tereza. Ya estoy lista—Dice Bertha al entrar a mi habitación.

—¿Y Edward?—Pregunto

-—Nos espera abajo.

-—Vamos-—Digo tomando mi bolso y saliendo de la habitación.

-—¿Lista?-—Pregunta Edward al llegar junto a él. Asiento con la cabeza para después darle un corto beso en los labios.

Abre la puerta del coche y entramos en el.

Media hora es el tiempo que nos toma llegar hasta el apartamento.

Al hacerlo Edward abre la puerta y nos hace pasar.

—¡Abuela!—Grita Edward—-Ya estamos aquí.

Inmediatamente Julia asoma su cabeza como si quisiera asegurarse de que realmente estamos aquí, cuando está lo suficientemente segura sale de la cocina a saludar.

—Tereza-—Me saluda con dos besos en las mejillas—Me alegra que hayas aceptado venir a cenar con nosotros.

—Para mí es todo un placer.

—Bertha mi queridísima amiga—-Saluda con un efusivo abrazo—-Pasemos al comedor—Dice después.

En el comedor nos encontramos a Ross colocando los utensilios para la cena.

—¡Tereza!-—Exclama dirigiéndose a mi con los brazos abiertos-—¿Cómo estás?—-Pregunta después de un caluroso abrazo.

-—Muy bien. Te noto feliz-—Le digo al ver una enorme sonrisa en su rostro.

-—Lo estoy. Tengo mucho que contarte, pero eso lo dejaremos para después de la cena-—Dice en mi oído evitando que Edward la escuche e inmediatamente sé de lo que quiere hablarme.

—¡Familia ya llegué!—Se escucha un grito desde la sala—¡He conseguido el vino!—Se oye la misma voz más cerca—Pero no sé si a la señora fina vaya a gustarle-—Continua hablando-—Es el más caro que he encontrado, espero y vaya de acuerdo con su exquisito paladar—Dice cada vez más cerca y en su tono hay un toque de burla—-Aún no entiendo ¿cómo alguien puede gastarse tanto dinero en un simple vino?-—Termina de aparecer en la puerta del comedor sin percatarse de la presencia de nosotras en este, su cabeza esta inclinada hacia bajo leyendo la etiqueta de la botella.

>>>Todavía no comprendo que es lo que Edward...

—¡Sofí!—-Exclama Ross. Bueno más bien grita interrumpiendo lo que iba a decir.

Se sobresalta al escucharla levantando la cabeza de la botella.

-—Hey, pero ¿por qué gritas? es que acaso crees que...—Y es ahí por fin cuando se percata de nuestra presencia—Hmmm ¡Hola!—Saluda agitando la mano—-Un ambiente tenso se forma alrededor.

—Bueno ¿Por qué no se sientan?—-Dice Julia rompiendo el incomodo silencio que se ha formado.

Me acerco a la mesa donde pronto Edward levanta la silla para que me siente.

—¿Y dime Sofía aún sigues viviendo aquí?—Le pregunto después de sentarme.

—Si—Responde con una sonrisa de triunfo—Edward me dijo que podía quedarme el tiempo que quiera.

—Oh—Es lo único que acierto a decir mientras le dirijo una mirada asesina a Edward quien está a mi lado.

Él al mirarme inclina la cabeza concentrándose en su plato.

Esta será una cena muy larga, pienso al ver lo denso del ambiente.

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7 capítulos y finalizamos con esta historia.

¿Conclusiones?

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