Vamos de camino a casa porque Tereza quiso ir a cambiarse antes de salir a cenar conmigo, para mi ésta perfecta tal y como esta, aunque si me ponen a elegir, yo la prefiero sin ropa. Pensar eso me hace sonreír.
—¿Qué es tan gracioso?—Pregunta, y veo como me observaba desde atrás.
—Nada—Respondo encogiéndome de hombro restándole importancia.
Al llegar a casa aún sonrío, ella me mira como con sospecha. Me encuentro muy feliz, por fin siento que puedo tener alguna oportunidad de algo serio con ella, y no pienso dejarla pasar.
Entramos a la casa encontrándonos a Bertha conversando con una señora que se encuentra de espalda a nosotros, lo que impida reconocerla.
Al sentirnos llegar, ambas se levantan quedando frente a nosotros.
—Bertha, no...—Tereza no termina lo que va a decir, se queda como petrificada observando aquella señora. Podría decir que tiene alrededor de cincuenta años, aunque se ve un poco descuidada. Observándola bien es muy similar a Tereza, la diferencia radicaba en que ella es rubia y Tereza castaña.
Giro otra vez mi rostro a Tereza, y ella aún no se mueve, se ha puesto más blanca que un papel, verla así hace que me preocupe.
—¡Tereza, hija!— Exclama con un sollozo la mujer, intentando acercarse a ella.
¡Esperen! ¿Escuché bien? ¿Hija? ¿Acaso ella es...?
No puedo seguir con mis conjeturas, porque el grito de Tereza me desconcierta.
—¡No soy tu hija!—Grita subiendo corriendo las escalera.
—Tereza, soy tu madre, escúchame por favor—Vuelve a hablar aquella mujer.
Ella se detiene un momento, gira, y puedo ver su rostro bañado en lágrimas.
—¡Te equivocas! Mi madre murió hace quince años— Con esas palabras vuelve a subir las escaleras con prisa.
Narra Tereza...
¿Qué hace ella aquí?
¿Por qué volvió?
Esas son las preguntan que rondan mi mente.
Un dolor fuerte se instala en mi pecho que me impide respirar. Lágrimas corren por mis mejillas sin poder evitarlo. Y recuerdos que he enterrado hace mucho tiempo resurgen cual ave Fénix
Estoy hecha un ovillo en mi cama, con las piernas a la altura de mi pecho.
Tocan la puerta, más no respondo, en estos momentos lo único que deseo es estar sola o al menos que Clara este aquí, conmigo, apoyándome, es a la única persona que quiero ver ahora, ella es la única capaz de entenderme en estos momentos.
Solo ella sabe cuánto sufrí, cuanto lloré en el pasado, un pasado que pensé haber enterrado en lo más profundo de mi subconsciente, sin embargo no es así, aquí está persiguiéndome.
Los recuerdos que enterré hace quince años, hoy con la llegada de esa señora a mi casa han salido a la luz, lo que mas anhelo ahora es que todo esto sea un sueño del cual pronto voy a despertar.
Todo iba bien ahora, cuán por fin decido ser feliz si importarme los demás, todo se derrumba ¿Es acaso esto una señal?
¿Por qué regreso?.
Vuelven a tocar a mi puerta, y ninguna palabra sale de mi boca.
Siento pasos en el pasillo, al parecer la persona que está tocando desistió al ver que no le abría.
Me sumerjo en mi tristeza una vez más, las lágrimas no cesan de mojar mis mejillas, de repente ciento que giran la perilla de la puerta de mi habitación, y pasos se escuchan dentro de la misma.
Sé quién es la persona que ha entrado sin girarme, su perfume llega hasta mis fosas nasales, y por breves segundo me olvido de la razón por la que estoy en mi cama llorando.
Narra Edward...
Varias veces toco su puerta sin conseguir respuesta alguna.
Siento tanta rabia contra esa señora, y ni siquiera le conozco.
Desde que apareció hace más de dos horas, Tereza se encerró en su habitación y no ha dejado de llorar, sus sollozos se escuchan hasta fuera, eso me está matando.
Una de la cosa que más odio es ver a una mujer llorar, y más cuando se trata de la mujer a quién amo, esta situación está destrozándome por dentro. No sé qué hacer.
La señora se fue inmediatamente Tereza subió a su habitación, hecho que no me permitió saber quien es. Es cierto que ella le llamo hija, pero Tereza lo negó, es por eso que no se qué pensar, Nunca la he escuchado hablar de sus padres desde que trabajo aquí, es verdad que yo tampoco es que haya preguntado, sin embargo, ella conoce todo de mi familia. Bueno, volviendo al tema, la pregunta siguiente ¿Es esa mujer la madre de Tereza, y si es así por qué negarla?
Con esa pregunta rondando por mi cabeza, y sin soportar más esta tortuosa espera, Bajo a la cocina por Bertha, ella a de tener una copia de las llaves de toda la casa.
Como sospeche es cierto, subo a prisa hacia la habitación de Tereza, introduzco la llave y giro el picaporte entrando en la habitación, encuentro a Tereza en la cama en posición fetal sollozando.
No sé qué hacer, me duele verla así, daría mi vida para evitar que sufriera de la manera en la que está sufriendo en estos momentos, pero me es imposible.
Me acerco hasta donde se encuentra quedando frente a ella de rodilla.
Retiro un mechón de cabello de su frente colocándolo detrás de su oreja, acaricio su rostro y su mirada se posa en mi, mi pecho se oprime aún más al ver sus ojos rojos e hinchados, suelta un sollozo y retira la mirada
—Tereza—Le llamo—Mi amor...me parte el alma verte así....—Levanta la vista una vez más hacia mi...—Si me cuentas, quizás pueda ayudarte...anda por favor amor, sabes que te amo, estoy aquí para ti....¿Quieres contarme?—Le pregunto y ella niega con la cabeza—Entiendo que no quieras hacerlo, pero por favor habla con alguien...¿Quieres que llame a Bertha?—-Niega—Entonces Pídeme lo que quieres, no lo tolero más—Insisto.
—Quiero ver a Clara-—Dice con la voz ronca a causa del llanto.
Aunque me alegre de que por fin me hablara, me duele saber que ella no confía en mí lo suficiente para contarme que le pasa. No obstante, no puedo juzgarla, se que necesita tiempo y pienso dárselo.
Salgo de la habitación, y me dispongo llamar a Clara.
★★★★★★★★★★★★★★★★★
¿Desde dónde me leen?
¿Cuántos años tienen?
![](https://img.wattpad.com/cover/35760781-288-k368152.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Volver a amar "Segundas Oportunidades 1"
Chick-LitPrimera entrega de la bilogía "Segundas oportunidades" Una exitosa empresaria, se enfrenta al pasado cuando revive sentimientos que nunca pensó volver a tener. Tereza Roberts quedó viuda muy joven, haciéndose cargo desde entonces de una cadena de...