Asentamiento en la empresa

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Después de aquella asfixiante reunión y tras quedarme sola en la enorme sala, tomé la laptop y comencé a redactar una nota informativa para hacerla llegar lo más rápido posible a cada uno de los trabajadores.

"20 de junio de 2021

Estimada comunidad

Mi nombre es Halley González, primero que todo agradezco su presencia y condolencias tras la muerte de mi padre, Julián González.

Es un placer comunicarles que desde el día de hoy estoy a cargo de la empresa de forma temporal hasta que mi hermano Javier salga de su crítico estado, porque tengo convicción de lo hará y pueda tomar el gran cargo y deber que se le ha delegado. También, quiero pedir disculpas por no haber estado presente en este último mes, sin ninguna excusa en particular porque los deberes están hechos para cumplirse. Es por esta razón que les pido que a partir de hoy retomemos el rumbo de nuestra empresa y hagamos lo mejor posible para restaurar el orden. Me estaré comunicando con el encargado o encargada de cada uno de los departamentos para gestionar las reuniones y tener en cuenta cada una de las situaciones.

No está demás mencionar que el futuro de la compañía no es incierto, así que no teman, sus puestos de trabajo están asegurados de acuerdo con su desempeño como siempre lo ha sido, y su sueldo será depositado a más tardar mañana. Muchas gracias por seguir creyendo en la empresa y no dejarla sola durante este tiempo, confío plenamente en ustedes ya que mi padre alguna vez lo hizo, por favor sigamos adelante, sin nada más que decir, me despido".

Un mensaje breve, pero preciso. Lo puse en un dispositivo pendrive y lo llevé rápidamente al departamento de informática, dónde uno de los trabajadores me creo mi propio correo electrónico empresarial y añadió como arte de magia todos los correos de las personas que trabajan en la empresa, incluyendo incluso al encargado del estacionamiento.

Una vez que todo estuvo en orden y logré iniciar sesión desde el antiguo computador de papá que estaba en su oficina, conecté el dispositivo a la caja y descargue el texto que había escrito en el Word, al mismo tiempo que iniciaba sesión en mi nuevo correo electrónico, y entre un suspiro y otro el correo ya había sido enviado a todos.

Durante ese día me la pasé de reunión en reunión notando la gran descoordinación y poca comunicación entre un departamento y otro. Entre tanta gente paciente también encontré gente casi tan despectiva como yo en el pasado, y pude entender lo desagradable que pude haber sido en la vida de unas cuentas personas, probablemente muchas personas.

No quería memorizar el nombre de nadie, sentí que era una profunda pérdida de tiempo, había tanta gente en la empresa que fácilmente podía quemar mis neuronas, así que solo decidí tratar a la gente con cortesía, prometiendo falsamente que en el futuro aprendería sus nombres.

Una vez que el horario laboral cesó y todos se estaban yendo a casa, fui al baño a darme un lavado de cara frío, era totalmente necesario. De camino al tocador me encontré con la secretaria de Javier, y también exnovia, lo pude entender después de leer el diario. Era evidente que ella nunca lo dejó de querer por ni un momento, y también era muy probable que él no la haya despedido por lástima, ¿o no?

—Hola señorita Halley, quiero pedir disculpas por la vez anterior, yo no sabía que ustedes eran hermanos —dijo titubeando la secretaria.

—¿Tienen alguna relación en especial? —pregunté ignorando sus disculpas.

—No... ahora no, en el pasado sí —se sacudió las manos para quitarse un poco de agua.

—Oh, ya veo, bien, no te preocupes —dije tratando de ignorar unos celos que jamás había experimentado.

—Señorita, quería hacer una petición, de casualidad puede firmar un acceso para poder visitarlo, hace un tiempo he estado consultando en la clínica y una de las enfermeras dijo que usted ha prohibido la entrada a la sala de hospitalización de su hermano a todo el mundo. Vera... —no la dejé terminar.

—De ninguna manera —dije mientras pensaba en una razón—; mi hermano está en un estado muy sensible, no puede contraer un virus, ni nada por el estilo. Además, esas personas que lo lastimaron están sueltas, si le digo a los guardias que te permitan ingresa, fácilmente en el futuro podrían ser engañados por una persona haciéndose pasar ti.

—No estoy enferma, no tengo ningún virus, y solo sería en una ocasión —agregó rápidamente antes de que le pusiera más trabas.

—He dicho que n...

—Por favor —suplicó dejando caer las lágrimas.

—Una vez, solo una vez, y vamos juntas.

—¿De verdad?, eso es suficiente para mí, estoy tan agradecida por esto —dijo casi a punto de darme un abrazo.

—Voy a lavarme la cara antes de irme al hospital, ve por tus cosas y espérame fuera de mi oficina.

Sin emitir ni una palabra salió casi corriendo del baño al departamento de Marketing en busca de sus cosas, y yo me lavaba el rostro, lo que se sintió como un valde de frescura después de tanto estrecho contacto humano.

Ya estaba en mi vehículo y ella en el suyo, así que en caravana salimos en rumbo a la clínica, lugar que albergaba a Javier. Durante el trayecto estaba nerviosa antes la posibilidad de que él despertara justo ante la mirada de su secretaria, y que no recordara absolutamente nada de su pasado y pudiese enamorado perdidamente de ella, pero después de analizarlo llegué a la conclusión que siempre sacaba él mismo, yo simplemente había visto demasiadas películas.

Nos estacionamos con un poco de dificultad en el estacionamiento del recinto, ya que la mayoría de las personas iba a saludar a sus seres queridos después de la hora de trabajo, porque en nuestro país no existía un respaldo para cuidar a otra persona en caso de inhabilidad, así que lo único que podíamos hacer era esperar que nuestros seres no despertaran en nuestra ausencia, simplemente debíamos seguir con la vida, lo que era todo lo contrario a lo que mi corazón pedía. No quería seguir con la vida hasta que el despertara.

—Bien, vamos —le dije a la secretaria mientras se aseguraba de haber cerrado correctamente las puertas de su vehículo. 

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