Me encontraba llegando a la enorme y vacía casa de mis padres, nunca la sentí tan grande hasta el día en que me encontré totalmente sola. Algunos días Roth, Eduardo o Mayk venían a quedarse conmigo, pero todos eran adultos independientes que tenían vidas individuales a las que atender, no podía pedirles muy seguido que se quedaran cerca pero siempre que veía la oportunidad y sabía que podían, buscaba la forma de tener compañía. Me acomodé en mi habitación sin siquiera comer, me dolía enormemente saber que la persona que a diario preparó nuestra comida era una maldita asesina, y me dolía aún más jamás haberme dado cuenta.
Así pasé aquella noche y muchas otras de forma consecutiva viviendo una rutina que consistía en ir al trabajo y luego al hospital, y más tarde del hospital a casa, y de casa nuevamente el trabajo. Era como un ciclo vicioso, pero de alguna forma comencé a tomarle el gusto a mi nuevo cargo. Dos semanas habían pasado desde la junta de accionistas y todo en la compañía había vuelto a fluir y sin querer memoricé algunos nombres que no tenía ninguna intención en aprender. Comencé a ser respetada gradualmente, las cosas iban inesperadamente muy bien; hasta que un día, algo extraño nos alarmó a todos.
Había ocurrido una importante filtración de información. Pudo haber sido un desastre que hubiese puesto a la compañía en aprietos importantes, pero no fue del todo así. Hace solo una semana había comunicado al departamento de informática que debían preparar nuevos protocolos ante ataques cibernéticos. Al tercer día pusieron en la mesa cinco propuestas, y de forma inmediata seleccionamos la más profesional. Tuve que invertir una suma interesante en un programa elite en seguridad y nuevos dispositivos. Valió definitivamente la pena, porque no solo la fuga fue mínima, sino que también arrojó de qué departamento había salido la información. Fue en el departamento de logística.
No me sorprendí en lo absoluto. Si un hecho como ese ocurría en una corporación solo era por dos razones, usualmente porque otra empresa pagó por ella, o simplemente por algún tipo de venganza. Sería una mentirosa si no admito que de la primera persona que la que sospeché había sido Mara. Más el departamento no coincidía con el suyo. Nada quitaba que se hubiese escabullido hacía el segundo piso y realizar el acto desde allá tampoco, pero habían algunas trabas; como por ejemplo que la clave de acceso de cada departamento solo la tienen los miembros de él.
Todo era un gran misterio, y no tenía pruebas para culpar a nadie. Por otro lado, tenía que admitir ante la junta qué decisión tomaría para amonestar la situación y demostrarles a todos que mi autoridad no era un juego.
La reunión se llevaría a cabo a las dos en punto a la vuelta del almuerzo. Como aún tenía seis pensé una y otra vez en la mejor alternativa.
Decidí volver una vez más al departamento de informático y me reuní con Renné. Un hombre de veintitrés años que era el más joven de los informáticos, pero también el más prometedor, pues él había sido quien sugirió el programa de seguridad. Le pedí que me entregara la información exacta de la hora en la que había comenzado la filtración, pues eso me permitiría revisar las cámaras de seguridad de los pasillos con precisión.
—Fue ayer por la tarde jefa; inició entre las seis con cuarenta minutos y duró diez minutos. El programa frenó inmediatamente los documentos pesados. Esa es su función, por eso solo se filtraron algunos prototipos no específicos de una linterna a larga distancia —agregó desde su asiento.
—Tienes acceso desde aquí a las cámaras, ¿no? —le pregunté mientras me acercaba a su lado para ver con más claridad la pantalla.
—Claro que sí. El problema es que mucha gente ingresó a logística. En ese departamento se registran hasta los más mínimos detalles de todo —abrió un programa y me mostró la grabación de la hora aproximada.
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Desapropiados
RomanceHalley es una joven de veintidós años perteneciente a una de las familias más acomodadas de Derfel. Creció con lujos y con una vida perfectamente planificada, pero todo se derrumba cuando descubre que no tiene ningún vínculo sanguíneo con su supuest...