Realmente nunca había hablado tanto con alguien de mi vida persona y de forma sincera, ni siquiera con Roth, pero ya que la había recordado la llamé y le pregunté si nos podíamos reunir a almorzar en uno de los locales de la plaza. Su respuesta fue un rotundo sí, así que me senté en las agrietadas bancas a observar las palomas siendo alimentadas por algunos niños que jugaban en el lugar en lo que ella llegaba.
—¿Qué haces ahí?, mueve la cola —dijo de ella interrumpiendo mi conciencia y mirada perdida.
—Te estaba esperando, tardaste poco —le respondí.
—No es como que viviera muy lejos, y literalmente no estaba haciendo nada en casa, ¿qué te ha pasado como para convocarme? Siempre te olvidas de mi existencia.
—Qué comes que adivinas, pero no es que me olvide de ti, lo que pasa es que he tenido muchos dramas en mi vida últimamente, ya sabes, no me gusta arrastrar a personas a mi infierno.
—Sabes, tienes un tremendo problema, siempre te quedas sola. No crees lo suficiente en los demás como para abrirte incluso cuando te quieren ayudar de forma sincera.
—Auch.
—No lo digo en el sentido de la ofensa. Solo te observo querida, siempre estás en soledad, bueno no siempre, el punto es que tú eliges estar sola o porque no te agrada la gente o porque no las quieres hacer sufrir.
—Me dan igual los sentimientos de los demás, no se trata de si los hago sufrir o no, es solo que los considero incapaces de soportar ciertas cosas.
—O quizás eso es lo que quieres creer. Halley, el chico con el que estaba saliendo me engañó, y me usó.
—¿Quieres que me vengue por ti?, soy buena en eso. Maldito hijo de puta.
—Jajajajajaja —río exageradamente— ¿Lo puedes ver?, dices no querer a los demás, pero si lastiman a alguien de tu circulo te vuelves loca, ¿qué crees que es eso?
—¿Pero realmente te engañó? —quise saber. Realmente quería vengarme.
—No. Pero terminamos. Todo fue en paz así que no le des muchas vueltas. El amor se acaba.
—De acuerdo. Pero si quieres hablar aquí estoy.
—Me gustaría que todos pudieran ver lo tierna que eres.
—Ya vas a empezar, te dije que vinieras porque quiero contarte algunas cosas, partiendo porque me secuestraron hace unos días.
—Lo sé tontita.
—Pero no llamaste.
—Si llamé, pero tu celular marcaba apagado, hablé un poco con Fernanda. Contestó el teléfono de la casa.
—Pudiste llamar a Javier.
—Sí...pero...
—¿Acaso te gusta mi ex hermano?
—Claro que sí, a quién no, espera, ¿ex hermano? No me digas que volvieron a pelear.
Ella no se hizo problema alguno en decirme la verdad, yo siempre sospeché que había algo de nerviosismo en sus acciones cuando él pasaba por el frente, no era de extrañar, desde la infancia Roth iba a casa.
Hablamos por cerca de una hora de todos los hechos que habían acontecido con lujos de detalles, incluido mi revelación en la empresa, a lo que respondió que estaba orgullosa de mi fortaleza y que debía simplemente seguir.
—¿Y ahora?
—¿Ahora qué?
—¿Qué harás?
—Iré a la empresa en la que hice la práctica, es un buen lugar, pequeño pero bueno, no planeo dejar que otras personas manejen mi vida, ya tuve suficiente con la zarza de mentiras, nadie me asegura que no me vayan a mentir a futuro o que me estén ocultando más detalles justo ahora, creo que, en el fondo de mis oxidados sentimientos, solo deseo ser libre. No quiero ser atada como un perro en el jardín, quiero ser los pájaros del alambre que saben todo, y vuelan a donde deseen.
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Desapropiados
RomanceHalley es una joven de veintidós años perteneciente a una de las familias más acomodadas de Derfel. Creció con lujos y con una vida perfectamente planificada, pero todo se derrumba cuando descubre que no tiene ningún vínculo sanguíneo con su supuest...