Me tomó por la cintura y empujó dentro como si quisiera sacar su pene por mi boca, puso su dedo en mi ano y lo metió al ritmo que se movían sus caderas, en esa posición podía sentir todo el largo de su pene.
—¿Te gusta Nessa? —Su voz salía entrecortada.
—Claro que me gusta, sigue por favor —exigí, sintiendo como todo mi cuerpo se tensaba, preparándose para estallar.
—Estás cerca preciosa, vamos déjate llevar.
Sus palabras y sus movimientos lograron llevarme al cielo, por un segundo me fundí con las estrellas y fui parte de mi propia constelación.
Matt solo apartó los cabellos de mi cara y me sonrió.
Me colocó totalmente boca abajo.
—Hoy me correré en tu lindo trasero. —Empujó su delicioso pene dentro de mi ano, se apoyó sobre sus codos y comenzó a disfrutar mi culo.
La verdad no sé si a ustedes les sucede, pero luego del primer orgasmo, el segundo llega más rápido.
Esta vez, no fue la excepción, Matt comenzó a moverse más rápido, sus penetraciones fueron en aumento al igual que el nudo en el centro de mi ser.
Hasta que pasó, ambos llegamos al orgasmo de una manera deliciosa y arrolladora.
—Aún no termino nena. —Sacó su pene y se levantó del suelo, yo estaba allí con mi calma por coito sin saber que hacía Matt.
Él solo me cargó en sus brazos y me llevó a mi habitación, por un segundo di las gracias porque él conociera el lugar, porque de momento no podía ni hablar. Al llegar a mi habitación, Matt me dejó en la cama, me dio un beso en la frente y salió de mi campo de visión.
Apoyé mis codos en el colchón y vi cuando él entraba al baño. Luego de unos minutos salió.
—Listo, vamos a limpiarnos. —Miré su pene y estaba de nuevo erecto, lo que me sorprendió y me agradó en partes iguales.
Caminé y vi la tina preparada, él se metió y me pidió sentarme, saqué un condón y se lo di, él sin chistar se lo colocó, me iba a sentar de frente a él, pero él me indicó que lo hiciera de espalda.
Así lo hice, Matt me sentó entre sus piernas de espalda a él, su penetración fue lenta, llevó una mano a mi clítoris y la otra a un seno.
El agua se movía al ritmo de nuestros cuerpos, pero yo quería besarlo, tocarlo y no solo ser sensualmente penetrada.
Me levanté y me senté a horcajadas, sin esperar lo besé, llevé mis manos a su sedoso cabello, era fascinante tener todo ese hombre para mí, me entregué a sus manos y su boca.
Mis caderas subían y bajaban, mis pechos fueron interceptados por la boca de Matt.
Sus manos presionaban mi cadera y sus movimientos se volvían más exigentes.
—Me gustaría compartirte con otro hombre, que juntos te llevemos al límite —narraba Matt con convicción—. Deseo llevarte al centro de la tarima y que todos se toquen viendo como yo te follo y te comparto.
Sus palabras y sus movimientos, me empujaban a una espiral llena de placer.
—Hazlo, llévame contigo a donde quieras —susurré clavando mis uñas en su espalda.
—¡Dios mío! ¡Síí! —Se corrió, pero no disminuyó sus movimientos.
Se acercó a mi cuello y lo mordió, mientras su otra mano seguía en mi trasero.
Mi cuerpo al fin reclamó su orgasmo, haciéndome gritar en el proceso.
Mi cabeza cayó sobre el fuerte pectoral de mi chico tatuado y como siempre.
Me reí.
Cuando me recuperé, me senté al otro lado de la tina.
Matt tomó uno de mis pies y comenzó a darle un pequeño masaje.
—¿Vives sola en esta casa? —preguntó un intrigado Matt.
—No, se supone que vivo con mis padres, pero ellos casi nunca están. —Claramente, no deseaba hablar de eso, así que cambié el tema de conversación—. Me gustan muchos tus tatuajes. ¿Tienes pensado hacerte más?
—Probablemente.
—¿Cuál fue el primero?
—Este me lo hizo un amigo. —Señaló una rosa consumida por fuego, el dibujo estaba en blanco y negro—. Él estaba aprendiendo a tatuar, pero siempre tuvo talento. A mí también me gusta tu tatuaje.
—Gracias, quiero hacerme más, pero no quiero ir con un loco.
—Te puedo llevar con mi amigo.
—Perfecto. ¿Matt es el diminutivo de algo o solo eres Matt?
—Es por Matthew, pero no lo saben muchas personas.
Sonreí e hice como si cerrara mis labios con una cremallera.
-
-
Luego del baño, Matt se fue y me quedé pensando en que ese hombre en definitiva sería mi nuevo sex-amigo.
Bajé a la cocina, para arreglar la compra y en la mesa encontré la tarjeta de Matt y en la parte de atrás tenía un mensaje.
"Si deseas repetir, solo di Helado"
Enseguida tomé mi teléfono y le respondí.
"Tal vez lo haga e invite a una amiga"
Sonreí y le mande un mensaje a Susana, con suerte tal vez quiera compartir un helado...
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Revelaciones Íntimas
Chick-LitVanessa es una joven estudiante del internado católico más prestigioso del país. Sus ausentes padres la enviaron a ese instituto con el deseo de mantener alejada a su hermosa hija de los pecados del mundo. Sin embargo, su hija, estaba lejos de ser l...