| ADVERTENCIA DE CONTENIDO |Este capítulo toca temas sobre el abuso. Si esto te hace daño no dudes en saltear las escenas.
Tu bienestar es siempre más importante.~ • ~
Dedicado a MonserratRamirez027, porque se mandó una maratón tremenda y en un par de días se leyó todo Muñequita, ¡y encima comentó un montón! Genia <3~ • ~
Bianca se había despertado temprano en la mañana, debía ir a trabajar con Stefano pero primero necesitaba desayunar, antes de cambiarse de ropa. Pensó preparar unas galletas antes de irse para que su padre tuviera algo que desayunar, sin embargo cuando se dirigió a la cocina para prepararse el desayuno, se encontró a su padre allí con la misma idea que ella.
Él estaba vestido con ropa de ejercicio y zapatillas deportivas, preparaba unas magdalenas mientras bebía agua.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Bianca con sorpresa.
—Preparo unas magdalenas, son de harina de avena, banana y azúcar mascabo —explicó mientras los ponía en el horno ya precalentado, luego giró para verla—. Acabo de llegar de correr, ¿ya te tenés que ir, hija?
—Tengo que ir a trabajar en una hora y media, pensaba cocinar algo pero me ganaste —dijo Bianca con una risita y se sentó a la mesa—. No sabía que corrías.
—Mi terapeuta me recomendó hacer ejercicio, así que día por medio salgo a correr. Trato de mantenerme en forma, pero ya no estoy tan joven.
Guille sirvió agua caliente en una taza con un saquito de matecocido para Bianca, mientras que él solo mordisqueaba una manzana.
—No entiendo cómo sos contador si te gusta más cocinar que cualquier otra cosa —dijo ella casi en un susurro.
—Me hubiese gustado dedicarme a la cocina, pero necesitaba un trabajo seguro y bien pagado para la familia —levantó la mirada para verla, Bianca le estaba prestando atención—. Me gusta ser contador, y se gana lo suficiente para mantenerlas a ustedes.
Bianca sonrió con un deje de picardía y con algo de malicia en su mirada, porque aún seguía ofendida con él.
—¿Cuánto ganás?
—No estoy trabajando actualmente, pero de hacerlo... Estaría cobrando entre cien y ciento cuarenta lucas, por ahí, ponele.
—Yo gano más que eso —dijo con su sonrisa—, trabajando cuatro horas a la mañana y dos a la tarde.
Guille abrió los ojos con sorpresa y ella comenzó a reírse a carcajadas.
Él no agregó nada más, la observó desayunar en silencio mientras que él acababa su manzana. Se concentró en esas magdalenas que estaban en el horno y que le faltaba poco para cocinarse, se fijó de que estuvieran listas antes de sacarlas.Bianca lo miraba en silencio los movimientos de su padre, siempre le había gustado cocinar y siempre buscaba que las comidas de ambas fueran espectaculares y muy nutritivas. Reprimió la sonrisa que quiso brotar de ella cuando recordó las decoraciones infantiles que hacía en su plato.
No podía dejar de mirarlo, le parecía un sueño que él estuviera ahí cocinando para ella, que le hubiese preparado el desayuno. Se concentró en su ancha espalda y su delgada cintura, en sus largas piernas y la manera en que disfrutaba lo que hacía. Se concentró en sus ojos café que prestaban suma atención a los detalles, y en su sonrisa algo tímida pero orgullosa.
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Muñequita [ #1 COMPLETA ]
General FictionSuperar los miedos y olvidar el pasado puede ser muy difícil, pero superar el miedo a las mujeres puede ser casi imposible... FECHA DE PUBLICACIÓN AÑO 2014