Muñequita [ #1 COMPLETA ]

Capítulo N° 23 | parte 2

Dedicado a karlagutierrez1999
Por escuchar cada idea descabellada que se me ocurre. Y por ser la que me dijo «hazlo» cuando le conté con dudas los sucesos de este capítulo.

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El delicioso aroma de la cena demostraba que ya todo estaba listo, y luego de comprobar su sabor, Nora se quitó el delantal y lavó sus manos con cuidado. Miró por la ventana de la cocina hacia el patio, Melanie seguía sentada allí con Alejandro, pero parecía que estaban comiendo algo comprado, no estaba segura de qué. Pudo ser pizza, o quizá empanadas, porque él tenía sobre sus piernas una caja de cartón con un logo en la tapa.

Suspiró aliviada de ver que al menos estaban cenando.

Fue entonces en dirección a su habitación, para ver a su amigo que descansaba allí. Abrió la puerta con cuidado y lo vio dormido, así que se acercó despacio a él y se sentó a su lado. Guillermo dormía de costado, parecía abrazarse a sí mismo. Sonrió ante esa imagen que le traía tantos recuerdos bonitos.

—Guille —le dijo con suavidad al tocarlo para que despertara—. Guille, ya está la comida.

Lo movió otro poco y él abrió los ojos, algo confundido, pero al verla allí sonrió con ternura y se incorporó despacio para no marearse, dejando ir un bostezo.

—Perdón, me quedé dormido...

—No pasa nada, la idea era que descansaras un poco. ¿Vas a cenar?

Él asintió mientras se desperezaba, seguía cansado pero prefería comer con su amiga y luego ver a su hija. Estaba esperando ese momento con ansias, y también con muchos nervios.

Se levantó para poder seguir a Nora hacia la cocina, y allí se ofreció a ayudarle a poner los platos y cubiertos en la mesa.

—¿Esa es Mela? —preguntó Guillermo con sorpresa al verla por la ventana de la cocina—. Está muy delgada, mi chiquita..

—No está bien, pero se está esforzando mucho —dijo Nora, se ubicó a su lado apoyada en la mesada para poder verla—. Es muy fuerte, va a salir adelante.

Guillermo se quedó en silencio mirándola, sintió mucha angustia acumularse en su garganta, pero respiró hondo e intentó mantenerse tranquilo.

—¿Está saliendo con Ale? —preguntó con curiosidad.

Nora se rió por ello.

—No, están recuperando su amistad. Hace muchos años que no se veían y hablaban, como nosotros.

—No me molestaría que salieran, Ale es un buen chico —dijo y miró a Nora—. Bueno, al menos hasta lo que recuerdo. ¿Hay algo que deba saber que me haya perdido?

—¿Algo como qué?

—Algo para no mandarme una cagada monumental.

Nora se rió nuevamente y sus hoyuelos se marcaron en sus mejillas. No respondió nada al respecto, sirvió la comida en tres platos diferentes, y luego se acercó a la puerta que daba al patio. Respiró el aire fresco de la noche, para después lanzarle un grito a Alejandro.

—¡Ale, decile a tu hermano que venga a comer!

Alejandro solo asintió y se puso de pie para ir a buscar a Hernán, ya que se había acomodado en una de sus habitaciones y estaba estudiando.