Capítulo N° 26 | parte 2

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| ADVERTENCIA DE CONTENIDO |

Este capítulo contiene escenas sexuales, si esto te incomoda no dudes en saltear las escenas a otras más agradables.

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Dedicado a danexiss, hace mucho quería dedicartelo. <3

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Mientras que Melanie y Alejandro se entretenían viendo una película en el living, Guillermo continuaba preparando la cena. Seguía sin poder dejar de pensar en su ataque de ira, y se sintió muy culpable por ello.

Había pensado acercarse nuevamente para disculparse, pero él sabía muy bien cómo eran sus primos. Desde niños habían sido molestos con él, siempre lo habían considerado una carga y se burlaban de él por su acento y por no pelear o defenderse. La única que era diferente siempre fue su prima Ana, un año mayor que él, quien había sido su gran amiga y confidente por muchos años.

El timbre de la casa sonó y Guillermo no fue a atender, dejó que fuera Alejandro quien lo hiciera, pues pensó que quizá había pedido algo. Unos instantes después Alejandro entró en la cocina para avisarle que lo buscaba Ana.

Guillermo sintió su corazón latir muy rápido y comenzó a sentirse nervioso, caminó entonces hacia la puerta para poder ver qué quería ella, dejando la comida a cargo de Melanie y Alejandro. La vio parada en la vereda del otro lado de la pequeña pared, y él se acercó a ella al ver que estaba sola.

—¿Qué pasa, Anita? —le dijo con sorpresa—. Si es por lo de antes lo lamento mucho, no estuvo bien, yo no soy así y no debí...

—Sé que no sos así, venía a disculparme en nombre de mis hermanos —dijo ella con la mirada baja—, los escuché luego reírse de lo sucedido cuando hablaban con Pablo por teléfono.

Guillermo apretó su mandíbula al oír ese nombre, había sido su primo favorito, el que era como un hermano por tener la misma edad. Y era también el que entraba en su casa para estar con Andrea cuando él se iba a estudiar o trabajar.

Se sentó entonces en la pared y la invitó a sentarse a su lado para que no estuviese parada. Por largos momentos se quedaron en silencio, solo el sonido de los grillos en el jardín de Nora se podían escuchar.

—No quería golpearlos, lo lamento —dijo él casi en un susurro—. Debí haberlos ignorado.

—Sí, debiste ignorarlos. Los ignoraste por más de treinta años, Guille, ¿qué te hizo explotar así de repente?

—Lo que dijeron de mi hija —dijo con un chasquido de lengua—, luego de haber hablado de Hernán y golpeado a Alejandro.

—¿Golpearon a Alejandro? —preguntó Ana con sorpresa—. Es mucho más chico que ellos, son unos boludos grandotes.

—Yo solo crucé para decirles que no se metan con niños, pero todo se salió de control, no debí haber salido —suspiró—. Nora me va a asesinar.

—¿Estás saliendo con ella?

Guillermo giró para verla a los ojos verdes. Ana era la única con ojos verdes en la familia, la única que heredó los ojos de su abuela.

—No, solo somos amigos, igual que siempre.

—Yo creí que se casarían —dijo Ana con un suspiro—, y terminaste casándote con esa zorra.

—Te extrañé, Anita —dijo Guille de repente, la miraba con una sonrisa—. Me hicieron mucha falta tus mimos y tus regaños.

—Oh, primito —Ana estiró sus brazos para poder abrazarlo con cariño—. Sabés que te amo.

Muñequita [ #1 COMPLETA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora