Capítulo 42

1.7K 146 33
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


ADELAINE JONES

Y aquí vamos de nuevo, creo que nunca pensé decir esto pero extrañaba estar en una prisión. Habíamos caminado sin descanso desde hace días, horas, quizás semanas, deje de contar hace mucho.

Las cosas habían cambiado bastante, algunos ya no hablaban y otros simplemente se dedicaban a mantener el funcionamiento de su cuerpo en pie, era mi caso al menos. Perdimos tanto, dejábamos familiares atrás, dejamos la poca esperanza que teníamos y siquiera sabía el "Por qué", ahora solo existía silencio y la nada misma.

Los llantos de Judith eran débiles y ya casi no la escuchaba balbucear, viajaba en mi espalda dentro de una pequeña mochila que había arreglado para que entrará con comodidad, desde hace horas que ya no golpeaba mi espalda y mis nervios aumentaban con cada paso

-Está dormida- dijo una rasposa voz a mi costado, me había girado soltando un leve suspiro ante el alivio que llegaba a mi ante la información. Los ojos azules de Carl me analizaron y tras tomar mi mano dejo un beso en ella -Estaremos bien ¿si?.

-Ella me preocupa más- Contesté con desgana y él sonrió levemente

-Lein, ¿Sabes que no hay nada que no haría por ustedes, verdad?- Su pregunta me hizo sonreír a mi y asentí rápidamente.

-¡¡Oigan!!-la voz de Rick nos hizo dejar de mirarnos y hacer que caminaramos más rápido. El grupo se reunía alrededor de unas botellas de agua bien colocadas en el suelo

-¿Tratan de envenenarnos?-Pregunté haciendo que las miradas se posaran en mi, todas al mismo tiempo -Que raros -susurre haciendo que Tara a mi lado soltará una leve risita.

-Solo hay una forma de saberlo - las ocurrencias de Eugene parecen nunca terminar, el "genio" se acercó a las botellas y trató de beber una, y digo trató porque Abraham se la tiro de las manos

-No nos arriesgaremos-Sentenció Rick, todos asintieron hasta que el llanto de Judith nos devolvió a la realidad. Estuvimos sentados por horas bajo el sol hasta que unos fuerte estruendos en el cielo nos hicieron levantar. Las primeras gotas de lluvia cayeron y eso basto para sacarnos una sonrisa a todos.

CARL GRIMES

Las gotas de lluvia nos empaparon, todos juntaban recipientes para guardar el agua. El sollozo de Judith me hizo taparla con mi sombrero debido a que le incomodaba la fuerza con la que el agua golpeaba su rostro, le sonreí antes de cambiar mi mirada a otro sintió y presenciar la imagen más perfecta de todas, algo que hizo que todos mis sentidos se volvieran locos y mis ojos brillarán.

Ella, bajo la lluvia. El agua mojando su cabello y rostro debido a su posición, había levantado su cabeza par apuntarla al cielo recibiendo cada gota en la perfección de su rostro. Cerró sus ojos y abrió su boca bebiendo de ella, pequeñas gotas caían por su barbilla y viajaban por su clavícula hasta el inicio de su camisa.

𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆. 𝐂𝐚𝐫𝐥 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora