Perdida en tu mente

CAPITULO 12

El lunes Erik me aborda en el aparcamiento. Trys se marcha dejándonos solos.

-He estado todo el fin de semana llamándote- me dice.

-He estado de viaje- contesto sin darle importancia.

-¿Y dónde has ido, al fin del mundo?, porque me salía siempre que tu teléfono estaba fuera de cobertura- pregunta un poco cabreado.

-Algo así- suspiro antes de seguir hablando- he pasado un fin de semana en el campo, rodeada de naturaleza, animalitos y...de Tom.

Según lo digo noto como se pone más serio, está claro que le ha caído como un jarro de agua fría.

-¿Te has ido de viaje con ese tipo?

-Sí, una relación abierta es lo que tiene...- según lo digo y veo su cara de pocos amigos, pienso en el pobre Tom y en que jamás se vuelvan a encontrar por el bien de sus piernas.

-¿Has pensado que vas a hacer con lo de Moore?

Parpadeo incrédula por su pregunta- ¿es que tengo alternativa?

-Si quieres puedo aducir cualquier problema y apartarte del caso...

-¡No!- exclamo rápidamente. Él me mira extrañado- es mi paciente y no quiero que me quites su caso, lo que sí podrías haber hecho el viernes en tu despacho, es decirle a Montgomery que no debemos rebajarnos a los deseos de ningún paciente por muy VIP que sea...-le miro y él aparta la mirada exactamente igual que lo hizo el otro día- eres un pelele, Erik, ¿cuándo vas a dejar de vivir a la sombra de tu exsuegro y empezar a ser tú mismo?

-No lo entiendes Kala, Peter Montgomery es un hombre muy influyente, si se lo propone me puede hundir por completo...si no lo ha hecho ya es porque no le he dado motivos para ello, pero está esperando el más mínimo tropiezo mío para caerme encima y hacerme pagar...

-¿Pagar?, ¿el que, Erik?, creí que Alice y tú os divorciasteis de mutuo acuerdo...

Suspira- Alice perdió el hijo que esperaba en un accidente de coche...nuestro matrimonio ya estaba roto pero cuando me enteré de lo de su embarazo decidí seguir a su lado a pesar de que todo era una farsa. Cuando perdió al bebé decidí que no había motivo para seguir con eso y pedí el divorcio. Desde entonces digamos que Peter no me tiene mucho aprecio.

-¿Pero tú también eres socio del bufete?

-Sí, pero el socio minoritario...un pececito al lado de un tiburón, ya me entiendes.

En ese momento entra el cochazo de Montgomery en el aparcamiento, Erik se pone tenso, se despide y se marcha. Yo me quedo pensando en todo lo que me ha contado.

Cuando llego a la sala VIP miro el reloj, quedan un par de minutos para las nueve y soy consciente de que Moore llegará puntual como siempre y entonces llegará el momento de poner mi táctica en marcha, con el consiguiente riesgo de que el tiro me salga por la culata y tire mi carrera por la borda.

-¡Buenos días, Kalanie!- su saludo me pilla desprevenida sumida como estaba en mis pensamientos.

-Buenos días Dan- nos estrechamos la mano como siempre y después entramos en la consulta.

-Y bien- empieza a decir-¿se ha pensado mejor lo de prestarme sus servicios durante mi viaje?

-¿Pensado?-repito irónica- lo cierto es que mis jefes me han...sugerido...que debo acompañarle- según lo digo se le dibuja un amago de sonrisa triunfal- o...abandonar su caso- eso le hace ponerse serio al instante. Estudio un poco su reacción y decido continuar con mi plan.