Perdida en tu mente

CAPITULO 20

Me incorporo en la cama a la vez que pienso qué voy a contestarle.

-Es mi primer caso importante, Erik...supongo que me tiene un poco...abstraída.

-¿Quieres hablar de ello?

Niego con la cabeza.

-Kala...hace unos días me pediste que te lo quitara de encima y ahora...prácticamente duermo con él- insiste irónico y yo suelto una risilla.

-Sólo ha sido un sueño y ni siquiera lo recuerdo, no le des más importancia.

Erik me mira durante unos segundos mientras me acaricia la mejilla, después suspira antes de preguntarme si le acompaño a la ducha.

-Muy tentador, pero estoy con la regla, necesito intimidad- contesto.

Me besa y le veo marcharse hacia el cuarto de baño, por el camino se quita los bóxer y me deja disfrutar de forma totalmente premeditada de su estupendo trasero. Le lanzo una almohada riendo- prepararé café.

Mientras él se ducha me levanto, voy a la cocina y saco lo necesario para preparar el café. Escucho a Erik cantar en la ducha y sonrío. Entonces suena el teléfono.

-¡Erik, el teléfono!- le llamo pero él sigue haciendo gorgoritos y el teléfono sonando- ¡Erik!- insisto más fuerte, pero nada. Cuando deja de sonar se conecta el contestador automático, después de la voz de Erik diciendo que no se encuentra en casa y que puede dejar su mensaje tras la señal se escuchan tres pitiditos y una voz femenina ronroneante.

"Erik, cielo...el jueves lo pasé genial..."

Según lo escucho dejo lo que tenía entre manos y me paro a escuchar.

"Eres un amante fabuloso", suspira exageradamente y después continúa hablando, "mi marido se marcha esta noche de viaje, ¿Qué te parece si repetimos?, llámame"

La mandíbula se me descuelga, me quedo mirando el teléfono como si tuviera vida propia hasta que escucho un ruido a mi espalda. Me giro y me topo con Erik, lleva tan solo una toalla en la cintura y aún le chorrea un poco el pelo. Me mira expectante. Yo le devuelvo una mirada cargada de rabia.

-Escucha nena...- dice acercándose a mí.

-¡Estás con otras!- le corto enfurecida.

Coge aire antes de hablar- creí que estabas de acuerdo en que lo nuestro era sólo sexo, sin compromisos ni reproches...- le miro entrecerrando los ojos- ¡no me mires así!- protesta-¡tú has salido con ese tal Tom, y hasta te fuiste a pasar un fin de semana con él!

-¡Yo no me he acostado con Tom!-me defiendo y él me mira sorprendido.

Se hace un pesado silencio hasta que él lo rompe.

-En cualquier caso tú eres especial para mí, Kala.

-¿En serio piensas que me hará sentir mejor que me digas que soy la preferida de tu harén?- le lanzo como si de un cuchillo se tratara. Otra vez nos quedamos mirando tratando de leer en los ojos del otro. Me voy a la habitación y comienzo a vestirme totalmente indignada. Él me sigue.

-Hace tiempo que estás rara conmigo, Kala...!te crees que no me he dado cuenta de que cuando hacemos el amor estás...ausente!...me pregunto si es en mí en quién piensas...

Aparto la mirada incapaz de contestarle porque en el fondo sé que tiene razón.

-No te vayas así por favor...- dice cogiéndome de la mano y tirando suavemente de mí.