RESUMEN: Din Djarin nunca ha estado enamorado. Los celos... eran un sentimiento nuevo para él. Sobre todo cuando Paz Vizla coqueteaba contigo.
ADVERTENCIAS: ¡Celos! Alboroto, coqueteo, toques leves, angustia, pelusa, lenguaje maduro, Lectora sensible a la fuerza.
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Din nunca había estado enamorado.
No sabía si era Paz el que coqueteaba contigo o el hecho de que tú le devolvías el coqueteo, pero los celos hervían a fuego lento en lo más profundo de sus huesos.
Pasó de 0 a 100. Desde unos dulces y esponjosos golpes de Paz, hasta que él distraídamente frotaba la parte exterior de tu muslo, y Din no podía soportarlo. Observó cada frotamiento de su pulgar en tu piel suave y flexible. ¡Creador, debería haberte dicho que usaras pantalones en lugar de ese vestido hasta la rodilla! No lo malinterpretes, era un hermoso vestido, un azul marino oscuro con secuencias brillantes esparcidas por encima. Se aferró a tu cuerpo y expresó tus curvas tan perfectamente. Pero Din no quería que nadie más lo viera. Eras sólo para sus ojos. Din sacudió la cabeza para deshacerse del pensamiento. Estabas coqueteando con Paz, estaba claro que no tenías ningún interés en él, además de que eras una Jedi, estaba bastante seguro de que había algún código contra las relaciones. El Mandaloriano odiaba sentirse posesivo contigo (por supuesto, nunca actuó según lo que sentía, quería que tuvieras libertad). Te merecías algo mejor que tener un Mandaloriano pervertido fantaseando con ustedes dos. Se sintió mal por pensar en ti de la forma en que lo hizo. Se sentía como si te estuviera deshonrando. Lo arreglaste todo. Junto con el niño, llenaste ese vacío en su corazón. Rompiste la cerca protectora que construyó alrededor de su corazón con solo sonreír. ¿Era esto normal? ¿Era así como se sentía el amor? Din pensó para sí mismo mientras continuaba mirándote a ti y a Paz desde donde estaba.
Esto se sintió mal. Paz tocandote se sintió mal. Aunque solo fuera coqueteando. Te gustaba imaginar que eran las manos de Din allí, no las suyas, sin embargo disfrutaste la atención. Din había dejado en claro que no sentía nada por ti y eso... era algo que tenías que superar, aunque doliera. "¿Qué tienes en mente, mesh'la?" Paz te susurra al oído. Te encogiste por el apodo. La voz de Din sonaba mejor cuando te llamaba así. Din era a quien querías. Pero por ahora... Ibas a disfrutar de lo que Paz te estaba ofreciendo. "Tú." Te ríes. Paz responde con una risa profunda y gutural y te rodea el cuello con un brazo.
Ese fue el punto de ruptura de Din.
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"Tenemos que irnos." Dice Din, de repente frente a ti y Paz. "¿Ahora? Acabamos de llegar aquí hace unos minutos" haces puchero. "Sí. Greef me llamó" Él miente. "Oh, bueno, ella puede quedarse con nosotros, no creo que quiera ir" Paz interrumpe. Din gira amenazadoramente su casco hacia Paz, cuyo brazo aún te rodea. "No creo que esto te preocupe" Din se burla de él con arrogancia. Y antes de que alguien pueda responder, te está levantando y prácticamente arrastrándote.
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"¡Qué demonios, Din!" Tu regañas. "¡¿Qué fue eso?!" gritas. Permanece en silencio, pero su agarre no se afloja en tu muñeca. "¡Din!" Vuelves a gritar, pero sin éxito. Tu muñeca se estaba poniendo blanca por la dureza de su agarre. "Din - ¡detente!" Tu gritas. "¡Din! ¡Estas hiriendome!" A esto se congela. Retrae su mano, como si se estuviera quemando. Sostienes suavemente tu muñeca en tu mano libre y miras a Din, tus ojos, exigiendo respuestas de él. Din suspira. "No quiero que estés allí... alrededor de... Paz" Admite tímidamente. Así que de eso se trataba. Crees. "Bueno, podrías haberme dicho eso" Susurras reconfortante. "No... es solo que yo-bueno-no sé cómo explicarlo-"
"Estás celoso." Dices, más para ti que para él. Din permanece en silencio, probablemente un poco avergonzado. “Pero pensé-” Empiezas. "Pensé que no te gustaba" Susurras, pero por supuesto que él escucha. "¡¿Qué?! Cyare, significas mucho para mí”. Lo miras con ojos esperanzados. "¿En verdad?" Preguntas, voz entrecortada. "Sí, ner kar'ta (mí corazón)" susurra, antes de colocar su cabeza sobre la tuya en un beso keldable. Tus ojos se cierran en respuesta al contacto de la superficie fría del beskar con tu cabeza. "Ni kar'tayl gar darasuum (te amo) cyar'ika".
