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Tags: Nalgadas, PiV
No hay un pensamiento detrás de la fuerte palmada en tu trasero, solo un ligero error de cálculo de la distancia por parte de Din cuando su mano se mueve para inclinar tus hombros hacia abajo mientras te golpea.
Su disculpa se esfuma en su lengua cuando registra el gemido bajo y necesitado que sale de tus labios, la fuerte contracción de tu coño mientras se aprieta alrededor de él.
“Joder, niña bonita. ¿Te gusta eso?" Su voz se tambalea con incredulidad, y sus caderas parecen reaccionar inconscientemente, chocando contra ti, presionando más y más profundo.
“Por favor, otra vez”, quieres sentir la dulce quemadura con tantas ganas que apenas puedes formar palabras mientras te empujas contra él, encontrando sus embestidas, tu boca abierta y jadeando contra las sábanas.
Su gruñido de respuesta es bajo, un retumbo a través de su codificador de voz, su mano golpea tu piel con intención esta vez, “Sabía que eras jodidamente perfecta. No puedo esperar para pintar tu hermoso trasero de rojo”.
