Resumen: Aceptas ayudar a Bo-Katan a apoderarse de las armas mandalorianas de un carguero imperial. ¿Qué pasa si las cosas van espectacularmente mal?
Advertencias: Representaciones gráficas de violencia y lesiones, peligro, menciones de tortura, Din suave/preocupado, Flashbacks, Muerte de personajes menores
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- AVANCE:
Estabas tan cerca de que todo saliera según lo planeado.
Agitándose contra el suelo, los escombros raspan como uñas dentadas a lo largo de tu barbilla desnuda. Al otro lado de los restos de un pasillo en llamas, un Stormtrooper y un oficial imperial son envueltos por luces intermitentes, inmóviles.
Tu respiración sibilante hace que el polvo se mueva.
Expuesta.
Tu cara está expuesta.
“Mand—”
Tus pulmones se agarrotan con una tos seca ante la entrada de escombros antes de que puedas terminar.
Luego te golpea, lentamente, mientras luchas contra el impulso de dormir:
La persona que detonó las bombas fue Mando.
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CAPÍTULO 13: EL CARGUERO
Estabas tan cerca.
Estabas tan cerca de que todo saliera según lo planeado.
El enlace de comunicaciones en tu oído se vuelve inútil debido a las estridentes sirenas que se alinean en las paredes del carguero imperial. Un ambiente una vez estéril de grises, plateados y blancos desaparece de la vista, sangrando rojos vívidos: las peligrosas secuelas de una bomba en algún lugar de la cubierta superior, causando un efecto dominó de caos debajo.
Agitándose contra el suelo, los escombros raspan como uñas dentadas a lo largo de tu barbilla desnuda. Al otro lado de los restos de un pasillo en llamas, un Stormtrooper y un oficial imperial son envueltos por luces intermitentes, inmóviles.
El dolor en tu pierna izquierda es agonizante, pero tu atención se fija en la vista de un casco lleno de hollín en la distancia, con la visera rota por la mitad.
Tu respiración sibilante hace que el polvo se mueva.
Expuesta.
Tu cara está expuesta.
“Mand—”
Tus pulmones se agarrotan con una tos seca ante la entrada de escombros antes de que puedas terminar.
El enlace de comunicaciones está repleto de gritos y disparos, pero no se puede distinguir quién grita y quién dispara. Sin embargo, estás segura de una cosa: su voz, la única voz que nunca podrías olvidar, no está allí.
