CAPÍTULO 9.

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T/N'S POV: narra T/n de nuevo.

-Venga. ¡No puede ser tan difícil!

-Claro Hermione, para ti es fácil decirlo. Ya sabemos que estás deseando ir con el musculitos de Krum- dijo con asco Ron mientras engullía gelatina en el Gran Comedor.

-Te lo hubiera dicho a ti, estúpido. Sigue comiendo. Y tú Harry, espabílate de una vez. Sigues sin pareja- y se levantó con cierta irritación sin decir adiós.

-Qué carácter...- dijo entre risas Harry.
-Os lo tenéis merecido. Y lo dicho: espabilad, no queda nada para el Baile de Navidad.

Y con esas me fui, esbozándoles una ligera sonrisa.

Mientras camino entre las mesas no puedo evitar sentir la mirada penetrante de Zabini, hasta que, en efecto, me alcanza.

-Lancaster.., ¿a dónde vas?
-Ah, hola Blaise. Tengo tutoría de Adivinación, y el día bastante liado. ¿Por qué?

Nunca había visto así a Blaise Zabini, me miraba con intensidad y se veía bastante nervioso. La situación era de lo más raro.

-Eh... es... esto. Yo... ¿Querrías venir al bai...-susurró tan bajito que no alcancé a escuchar nada, así que opté por cambiar de tema y preguntar lo que rondaba mi cabeza:

-Blaise, ¿has visto a Draco? Quería desearle suerte para las pruebas que tiene hoy, y bueno se que se acerca el baile y...

Su cará cambió radicalmente. La seriedad y lo que parecía cierto enfado cubrió sus ojos y se limitó a darme un pequeño trozo de pergamino.

-Esto es para ti. Lo siento, Lancaster. Es lo que hay.

Y se fue con clara molestia mientras abrí la nota:

"Si no me has visto últimamente es por algo. Espero que entiendas el mensaje. Lo que hablamos en cierto momento del baile: ya tengo pareja, Pansy.
Deja de hacerte ilusiones, eres una sangre sucia y eso nunca cambiará. Hay clases y clases y tu jamás pertenecerás a la mía."
D. M. 

Era su letra. Era absolutamente su letra. No me dio tiempo a pensar; lo que antes sería indiferencia y rabia ahora se sentía como un dolor punzante el pecho. El estómago se me encogió.

Había jugado conmigo, como era de esperar.

Pierdo un poco el rumbo. Me limito a caminar a toda velocidad conteniendo las lágrimas con rabia y un nudo en la garganta. Hasta que me tropiezo con el. De nuevo.

-Eh, Lancaster..!- su voz me hizo querer vomitar. Caminé más rápido.
-¡T/n! ¡Eh!
Seguí sin mirar hacia atrás.

-Lancaster, se puede saber... - y me agarró del hombro frenándome en seco.

Al girarme, pude ver como su ceño se fruncía y un gesto de preocupación tomaba su cara al ver mis ojos inundados en lágrimas.
A su espalda, más alejados, Pansy y Zabini reían en murmullos.

-T/n, ¿qué...? Oye, ¿has recibido mi nota?

-Sí. Lo hice. - intentó hablar pero le interrumpí- No sigas, Draco, de verdad- me ahogaba en mis propias lágrimas.

-Pero, ¿qué...?
-Solo podrías haberte ahorrado humillarme. Me equivoqué confiando en ti, yo... Yo creía... que nosotros... -las lágrimas terminaron por brotar de mis ojos y no me esforcé en contenerlas.

Draco me miraba confuso, preocupado.

-T/n, pero de qué estás hablan...

Las fuertes risas de Pansy y Zabini hicieron que un torrente de carácter, el que me identificaba, explotara en mi.

-Creía haber visto algo en ti Draco, algo diferente. Ahora sé lo equivocada que estaba.

Me fui. Eché a caminar ligera a pesar de las lágrimas borrando las imágenes a mi al rededor y las llamadas de Malfoy, que se acabó por peder en insultos y amenazas que no me interesaban hacia Blaise y Parkinson.

Pasé el resto del día aislada. Con Hermione como apoyo. Todo estaba oscuro. Y dolía.

POLOS OPUESTOS: Draco Malfoy y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora