CAPÍTULO 13.

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Tuve que pasar el resto de días donde Madame Pomfrey: al caerme en el Gran Comedor me había dado un fuerte golpe en la cabeza, y aunque con un hechizo sencillo de los suyos la brecha se había cerrado, el dolor al levantarme era punzante.

Me enteré de lo sucedido gracias a Hermione: de cómo Harry había luchado en el laberinto, de como éste te transformaba.., pero lo importante: de cómo Cedric Diggory había fallecido, o, según Harry, como Lord Voldemort lo había asesinado.
Había vuelto.

Mientras meditaba en la relación entre mi supuesto "trance", que aún podía haber sido una casualidad, y lo ocurrido en el laberinto, la noche en la enfermería me envolvía, de no ser por la tenue luz de unas velas.
Un ruido en la puerta me alertó.

-...¿Qué haces aquí, estás loco? Si te pillan te...
-Venga, Lancaster. Lo de merodear por los pasillos en la noche siempre fue tu fuerte- contestó entre risas suaves.

La enfermería se inundó de su fresco olor, de su perfume caro. Draco llevaba la camisa remangada, un poco desabrochada y la corbata floja: podía ver su pecho, tonificado.

-Eh, no no, quieta! Deberías estar acostada, tu brecha en la cabeza...- musitó preocupado mientras yo me levantaba poco a poco.
-Malfoy: llevo aquí días. Si no quieres que avise que un Slytherin anda merodeando en la noche aquí ayúdame a ir hasta la ventana, necesito otra visión que no los pies de esta camilla.

Agarrándome suavemente de la cintura me ayudó a incorporarme poco a poco. Nos acercamos a la ventana y ambos miramos hacia fuera. El frío del exterior traspasó el cristal y me envolvió, provocándome tiritar.

Draco, colocado justo tras de mi acarició mis brazos con sus manos, calentándome:
-¿Tienes frío...?- susurró detrás de mi oreja, provocándome un escalofrío en la nuca.

Sus manos se colocaron, cálidas, en mi cintura, pero tras un movimiento mío la bata que llevaba a modo de falda se bajó levemente, dejando ver un poco de mi cadera y el lateral de mi muslo.

-T/n yo, lo... lo siento, no he sido yo te juro que...- dijo nervioso, apartando su mirada.

-¡Draco, por Merlín!- reí divertida- ya lo sé. Me va floja y solo me has visto un trozo de piel, no seas tan dramático- volví a reir.

Ruborizado pero con una sonrisa bajó su mirada hacia mi vientre y la parte descubierta de mi cadera y mi pierna, fijándose en una pequeña cicatriz de nacimiento que tenía:

-¿Y eso..?
-Heridas de guerra de la infancia- contesté bajito, mientras sus dedos acariciaban suavemente esa parte de mi piel, provocándome una sensación nueva que aceleró mi pulso.

Nuestras miradas se encontraron. Humedeció sus labios y...

-Deberías estar durmiendo. Es mi turno de verla- Hermione nos había pillado de nuevo.

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-Lo prometo ¿vale? Esto se queda aquí. Nunca tendré nada más con él- dije mientras abrazaba a Hermione.
-Más te vale- respondió en nuestro abrazo.

-Escribidme los 3. Os quiero chicos.
-Te queremos, T/n- dijeron Ron, Harry y al unísono.
-El curso que viene nos vemos- dijo Hermione abrazándome de nuevo.

Definitivamente, queda mucho por llegar.

FIN CUARTO AÑO✨🐍💚

POLOS OPUESTOS: Draco Malfoy y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora