*capítulo con contenido explícito
Aquel libro sobre adivinación que mis padres me habían regalado me tenía enganchada.
Todos dormían ya, y la sala común estaba silenciosa, con el solo murmullo del fuego de la chimenea. En el sofá, yo aún llevaba el pijama veraniego corto de seda.-¿Informándote sobre tu propio don?- dijo una voz a mis espaldas en susurros.
Conocía esa voz, pero ahora estaba mucho más grave, más masculina.
-¿Qué pasa, Malfoy? ¿Has cogido gusto a espiarme que no me ves por los pasillos y tienes que venir a nuestra sala común?- dije retándolo con la mirada.
No me moví. Seguí con las piernas estiradas en el sofá y dejé el libro. Él se acercó con su típica mirada irónica.
Llevaba ese dichoso traje negro, tenía el pelo rubio un poco desordenado y estaba mucho más hombre que el año anterior.
Se sentó en el suelo, pegado al sofá, con una pierna flexionada y la otra estirada:
-Solo vengo a comprobar que tienes más vidas que un gato, Lancaster- ambos reímos.
Nuestras miradas se cruzaron. Un silencio tenso inundó la sala y mis pulsaciones se elevaron.
Deslicé suavemente la parte de arriba del pijama de seda
-Está casi curado lo del abdomen- dije bajito
-¿Y aquí...? ¿Rebotó el hechizo, verdad?- me tocó en el pecho suavemente con sus dedos, dónde aún tenía una cicatriz.
-Y aquí también, por lo que veo- susurró mientras bajaba su dedo con cariño en la cara interna de mi pierna.Tenía la piel erizada y el corazón a mil. No podía dejar de mirar cómo observaba con sus ojos grises cada centímetro de mi piel dónde había cicatrices del ataque.
Al volver a subir su mirada hacia mi pecho su nuez se movió, tragando saliva. Nuestros ojos se encontraron de nuevo, e instintivamente tiré de él hacia mi.
Se colocó con suavidad pero con rapidez sobre mi mientras su mano rozaba mis caderas y mordía y besaba con fuerza mis labios.
En un movimiento se sentó, colocándome a horcajadas encima de él y bajando sus manos hacia mi trasero
-Dime que está bien así, Lancaster. Dímelo- gruñó en susurros en medio del beso.
-S... sí. Sigue, Draco.
Instintivamente empecé a mover mis caderas sobre él, mientras devoraba mi cuello. Un pequeño gemido de placer salió de mi boca, lo que provocó en él más intensidad aún y sentí su miembro crecer por debajo de su ropa a medida que aumentábamos las ganas.
-Yo.., lo siento T/n- rió levemente en susurros- contigo es... inevitable- dijo mirando a sus partes.
-Idiota...- reí- tranquilo, no me incomoda.
Nos quedamos mirando a escasos centímetros, yo sobre el con mis manos enredadas en su cabello ahora desordenado. Él, con una mano en mi cadera.
Con la otra comenzó a trazar y acariciar mi cara con su dedo pulgar, desde la frente hasta los labios, mientras sus ojos grises analizaban cada parte de mi.
-Draco...- susurré- gracias por venir a verme cuando estuve inconsciente.
Salió de su trance y me miró con intriga, como si supiera que mis padres me lo habían ocultado.
Iba a hablar pero entonces un destello verde salió del colgante que me había regalado, y del suyo también.
-Vaya.., ¿tanto me necesitas, Malfoy?- dije burlona.
-No tanto como tú a mi, Lancaster- contestó con suficiencia mientras yo acariciaba sus labios con los míos de nuevo.-Entonces, sin sentimientos supongo...- dije más dubitativa que otras veces.
-Em..., hasta mañana, Lancaster.
Besó mi mano y se fue.
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POLOS OPUESTOS: Draco Malfoy y tú.
Romance"Estaba escrito, como en una profecía: Ella, una Gryffindor diferente. Él, el frío Slytherin por excelencia. La casualidad los hizo coincidir, el destino los hizo enamorarse". Una historia de pasiones prohibidas, de amor contra todo y contra todos...